Era este fin de semana o tendría que esperar hasta
el año que viene, que es mucho esperar, porque me dijo el frutero que eran las
últimas fresas que traería este año.
Así que no hubo opción: pasé el sábado por la
mañana, mermeladeando (verbo que acabo de inventar).
La idea, os pongo el enlace, de un blog muy bueno,
que miro mucho; la versión, la mía.
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| No hice foto con la manzana ¡ me olvidé! |
Pelé y corté zanahorias (600g.) y las puse a cocer,
apenas cubierta de agua, unos 10 minutos, con una manzana lavada, en trozos y
con piel (200g).
Mientras lavé y troceé las fresas (2.kg).
Después de esos 10 minutos junté todos los ingredientes fresas, zanahoria, manzana,
zumo de un limón y azúcar (300g) y dejé cocer a fuego vivo durante otros 10 minutos
aproximadamente.
Lo pasé todo por el pasapuré y seguí cociendo hasta
que me pareció que la consistencia era la adecuada.
El resultado muy bueno; no es la típica mermelada de
fresa, ni en el color ni en el sabor y yo diría, incluso, ni en la textura.
Como en todas
las mermeladas el proceso es un poco largo, fácil, pero laborioso y el
resultado fantástico.
Hacer la mermelada tiene muchas ventajas: eliges y
seleccionas la fruta que quieres, mezclas los tipos de fruta y en la proporción
que quieres, pones la cantidad de azúcar que deseas (yo poco)…
Trabajo sí, un poco pero también es entretenido.
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| En mi huerta las fresas no han madurado. |
En fin, probad y ya me contaréis.
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