¡Sigo en mi intento, desesperado, de cocinar todos
los calabacines que se críen en mi huerta!
Lavamos, secamos y cortamos los calabacines a lo
largo en lonchas; creo que con una mandolina será fácil, yo como no tengo lo
hice a cuchillo y resulto un poco difícil hacerlas todas del mismo grosor.
Ponemos agua
con sal a hervir y las dejamos cocer 2 minutos; si hacéis las lonchas más finas deben cocer menos tiempo.
Las sacamos con cuidado y las ponemos a secar sobre
papel de cocina.
Cocemos unas patatas hasta que estén blandas; las
pasamos por el pasapuré y hacemos un puré espeso; le añadimos un poco de
aceite de oliva virgen, perejil picado y pimienta negra recién molida.
Hacemos “un aro” con la loncha de calabacín y, con
ayuda de un palillo lo sujetamos.
Los vamos colocando en una fuente de horno,
ligeramente pincelada con aceite, y rellenamos con el puré.
Rallamos queso
por encima.
Lo metemos en el horno caliente a 180º hasta que el
queso esté tostadito.
También se puede servir poniendo una loncha de
calabacín, una capa de puré y tapar con otra loncha; ponemos igualmente el
queso rallado y metemos al horno.
Es un buen acompañamiento para un plato de carne,
para una pechuga de pollo a la plancha por ejemplo, en vez de la ensalada.
En fin, probad y ya me contaréis.
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