Necesitamos:
Acelgas.
150g de queso de Cabrales (o queso azul).
Mantequilla.
Leche (se puede hacer con nata, aunque resulta más
pesada).
Nueces, 3 ó 4 por persona.
Sal y pimienta negra.
Sal y pimienta negra.
Empezamos lavando muy bien las acelgas; si son ecológicas
es frecuente que tengan pequeños caracoles por el envés.
Las picamos y las cocemos en agua con sal hasta que
estén tiernas (probamos un trocito de penca para comprobar).
Vamos haciendo la salsa:
En un sartén, a calor moderado, ponemos un trocito de mantequilla y el queso
de Cabrales partido en trozos; enseguida el queso se va fundiendo, añadimos un
poco de leche para aligerar y está. Esta salsa cuando se enfría va espesando
por lo que es mejor dejarla un poco ligera, no muy espesa.
Ponemos las acelgas calientes en una fuente, agregamos
un poco de pimienta negra recién molida, cubrimos con la salsa y las nueces
picadas a trocitos.
Si no lo vas a consumir en el momento, juntalo todo, menos las nueces, en la sartén con la salsa y lo calientas en el momento de servir. Añades las nueces en el último momento para que estén crujientes.
Si no lo vas a consumir en el momento, juntalo todo, menos las nueces, en la sartén con la salsa y lo calientas en el momento de servir. Añades las nueces en el último momento para que estén crujientes.
¡Y listo!
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