Llega
el buen tiempo y empiezan a apetecer este tipo de ensaladas; con pasta, con
arroz, con legumbres…y algo más.
El
aliño me parece muy importante: la pasta debe estar bien impregnada con unos
condimentos sabrosos ya que no tiene mucho sabor.
El
toque avinagrado de las alcaparras aporta contraste con los demás ingredientes
que tienen un sabor más suave.
Si
queréis servirla de plato único añadís algo de proteína animal, huevo cocido,
jamón cocido, bonito en aceite…
Necesitamos:
Pasta,
unos 60 gramos por persona. Yo prefiero pasta corta, en este caso unos
mini-macarrones, pero la que más os guste.
Brócoli
y zanahoria.
Tomate
para ensalada.
Aceitunas
negras.
Vinagre.
Alcaparras.
Si no os gustan sustituirlas por pepinillos en vinagre.
Tahini
y aceite de oliva virgen extra.
Empezamos:
preparando
el aliño; para ello mezclamos una cucharada de tahini con una cucharada de
aceite, una de vinagre y un pellizco de sal. Batimos para mezclar y emulsionar. Reservamos.
Cocemos
la pasta el tiempo indicado; escurrimos y mezclamos con el aliño para que se
impregne bien. Reservamos.
Pelamos
las zanahorias y con el mismo pelador sacamos tiras, que serán muy finas. Las
escaldamos en agua hirviendo con sal unos 20 segundos. Escurrimos y reservamos.
También
cocemos los ramitos de brócoli; unos 4 ó 5 minutos dependiendo del tamaño, en
todo caso deben quedar “al dente”. Escurrimos y reservamos.
Montamos la ensalada: ponemos en el fondo de la fuente la pasta aliñada.
Encima las zanahorias, el brócoli, las aceitunas y las alcaparras.
Adornamos con el tomate.
Mezclamos
y servimos.
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