Las coles de Bruselas pertenecen a la misma familia
del brócoli, la coliflor, el repollo o la lombarda (género brassica); todas
ellas aportan grandes beneficios para nuestra salud, salvo en personas con
problemas específicos (digestivos y/o renales).
Como todas las
verduras de esta familia tienen propiedades protectoras frente al cáncer.
La
temporada de las coles de Bruselas va desde el otoño hasta finales de invierno;
es preferible comprarlas en temporada y mucho mejor después de las heladas ya
que la planta, con el frío genera azúcares, que la harán más sabrosa.
Elige las coles
de Bruselas que se vean frescas, de
color vivo, sin manchas, prietas, compactas y duras al tacto. Las
pequeñas suelen saber más dulces, y las grandes más amargas,
así que preferiblemente coge las más pequeñas. Cuantas menos hojas amarillas tengan, mejor.
Necesitamos por ración:
Coles de Bruselas, 10 ó 12.
½ manzana.
60g de jamón serrano.
2 dientes de ajo.
2 cucharadas de aceite de oliva virgen.
2 ó 3 nueces.
Empezamos quitando, si es necesario, algunas hojas exteriores
a las coles y las lavamos.
Ponemos agua con sal a hervir y cocemos las coles hasta
que estén tiernas.
Podemos sacar una y pincharla con un palillo para comprobar
que está bien cocida.
Sacamos y escurrimos.
Las coles enteras necesitarán 9-15 minutos (dependerá del tamaño),
mientras que las coles cortadas por la
mitad, 6-10 minutos.
Sacamos y escurrimos.
En una sartén con dos cucharadas de aceite
freímos los dientes de ajo picados menudos; agregamos la manzana pelada y en trocitos
y dejamos un par de minutos para que se dore.
Añadimos las coles cocidas y el jamón en trozos, damos
unas vueltas durante unos minutos para que todo se dore.
Servimos y adornamos con las nueces partidas.
Si queréis saber
más sobre las coles os dejo este enlace; a mí me pareció muy completo e
interesante ¡aprendí mucho! Algunos datos os los puse en la introducción pero no todos ya que no quiero aburrir a nadie si en este momento no quiere más información.
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