domingo, 22 de diciembre de 2019

Compota de invierno.



Es muy sencillo preparar este postre y puede ser el cierre de lujo de cualquier celebración.

Se trata básicamente de cocer en un almíbar, hecho con vino y zumo de naranja,  fruta fresca de invierno (manzanas y peras) con frutas deshidratadas y canela.


Necesitamos por persona:

½ manzana reineta.
½ pera conferencia o champión.
2 orejones de albaricoque.
2 ciruelas pasas sin hueso.
Uvas pasas, sin pepitas.
1 naranja ecológica.
1 limón ecológico.
1 palo de canela.
Vino tinto.
Azúcar.

Las cantidades son orientativas, podéis adaptarla a vuestro gusto, poniendo más o menos de las frutas que os gusten.

Lo mismo ocurre con el azúcar; yo pongo muy poco porque teniendo en cuenta que las frutas deshidratadas tienen mucho es mejor poner y probar antes de añadir más.

Empezamos lavando y secando muy bien la naranja y el limón; rallamos la piel de ambos. Exprimimos la naranja y reservamos.

Pelamos la manzana, quitamos el corazón y troceamos en cuartos u octavos, dependiendo el tamaño. La ponemos en una cazuela con los orejones y añadimos los líquidos: el zumo de naranja, una cantidad similar de vino tinto y agua hasta cubrir ligeramente. Agregamos el palo de canela, la ralladura de los cítricos y el azúcar.

Ponemos a cocer, que hierva muy suave.

Cuando a manzana empieza a ablandar ponemos la pera, también pelada y partida, con las ciruelas y seguimos cociendo.

Si la pera está muy verde ponedla antes y, si por el contrario está muy madura no la dejéis cocer mucho para que no se deshaga.

Se va evaporando el líquido y se convierte en un almíbar.

Por último añadimos las uvas pasas que no necesitan mucho tiempo porque se hidratan muy pronto.

Dejamos templar antes de servir.


¡Y listo!

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