Así presenta el libro de Juan Altamiras “Nuevo Arte de la cocina española” año 1758 este rico postres:
“Esta deliciosa crema de avellanas data de la Edad Media.
Es una crema de cuaresma, sin huevo, que tiene un delicioso sabor a praliné gracias al pan tostado y las avellana tostadas. Se puede usar como base para un helado”.
Os dejo la foto de la receta original*
Necesitamos para dos:
100 gramos de avellanas tostadas.
15 gramos de pan.
50 gramos de azúcar.
100 gramos, aproximadamente, de agua.
Empezamos tostando las avellanas; yo lo hago en el horno a temperatura media, vigilando y moviéndolas con frecuencia para que se tuesten por igual y no se quemen.
Tostamos el pan.
Trituramos el pan y las avellanas, todo junto, de modo que quede un polvo grueso.
Agregamos el azúcar y el agua, lo ponemos al fuego hasta que se deshaga, el azúcar, y tenga la consistencia que te guste. Yo la dejé bastante espesa pero si añadís más agua os quedará más cremosa ¡al gusto de cada uno o una!
Lo pasamos a cuencos y dejamos enfriar.
Os aconsejo que no hagáis raciones demasiado grandes porque es una crema consistente, que “llena” mucho.
Y listo ¿comemos o qué?
*
No hay comentarios:
Publicar un comentario