sábado, 27 de mayo de 2023

Pastel (económico) de merluza.


Una nueva aportación para las “Receta de fin de mes”, recetas económicas que pueden ayudar sin disminuir ni la calidad ni el exquisito gusto del plato.

Es una forma fácil de comer pescado, especialmente para las personas a las que no les gusta mucho el pescado; al no tener espinas, tener una textura muy suave, no tener que masticar y, además, un sabor fantástico lo hacen idóneo para niños y personas mayores.

Se puede tomar con mayonesa o salsa rosa o, también, en una tosta o en un bocadillo como si fuera un paté.

 


Necesitamos:

500 gramos de filetes de merluza, limpia de piel y espinas.

200 ml de nata ligera, para cocinar o leche evaporada.

3 huevos.

2 pimientos del piquillo, en conserva. O dos cucharadas de salsa de tomate.

Leche.

Sal, laurel y pimienta.

Empezamos preparando la merluza, mejor congelado para evitar el problema del anisakis; en agua fría con sal y una hoja de laurel la ponemos a cocer; cuando hierva durante tres o cuatro minutos si son filetes o siete u ocho si es entera, con espina, apagamos y dejamos que se enfríe dentro del caldo.

La desmenuzamos con las manos para quitar posibles espinas o piel y reservamos.

En la batidora ponemos los huevos enteros, la nata, los pimientos del piquillo, el pescado, sal y un golpe de pimienta; batimos.

Si queda demasiado espeso podemos añadir otro huevo (dependiendo del tamaño a veces hace falta) o un poco de leche.

Calentamos el horno a 170º.

Ponemos la mezcla en un molde de silicona rectangular que pondremos dentro de otro con un poco de agua para hacer el pastel al baño María.

En unos cuarenta minutos estará cuajado pero hay que comprobar con una brocheta, pinchamos y que salga seca.

Dejamos enfriar dentro del horno con la puerta abierta hasta que temple; después podemos ponerlo en la nevera porque queda mejor si está frío cuando lo vayamos a tomar.


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