sábado, 19 de julio de 2014

Mermelada de calabacín.



Durante todo el verano las matas de calabacín producen y producen y ya no se sabe muy bien qué hacer con ellos: calabacín relleno, revuelto de calabacín, bizcocho de calabacín... y ahora mermelada de calabacín.



Leí recetas por aquí y por allá y al final, mi versión.

Usé un kilo de calabacín, que como eran pequeños y muy tiernos medio pelé, quiero decir que quité un poco de piel para que no quedara una mermelada muy verde pero no toda.

Lo partí en tozos pequeños y lo puse a cocer, tapado, con un dedo de agua, el zumo de un limón y los restos que quedan después de explimirlo y 300g de azúcar.



Enseguida suelta mucha agua por lo que con darle una vuelta de vez en cuando y dejar cocer es suficiente; hasta que empiece a espesar, entonces hay que vigilar y dar vueltas para que no se agarre al fondo.
Conviene cocerla en una olla alta, para que salpique menos; y ¡cuidado! salta y te quema con facilidad.
 
Cuando está espeso y todo deshecho ya la tenemos, aproximadamente 90 minutos. Yo lo pasé por la batidora y así queda más homogéneo.


Pesé la mermelada y quedó en 875g. 
Si la quieres conservar, ya sabes el proceso: esterilizar los tarros y envasar.
Yo está vez no lo hice porque era una prueba para ver si nos gustaba así que mañana al desayuno… la cata.



En fin, probad y ya me contaréis.

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