Es un flan con una textura muy suave, muy ligera, se
deshace en la boca. El color sugiere que tiene zanahoria pero no el sabor por
lo que ayuda a tomarla sin que se note.
Yo lo hice en una flanera familiar, pero se puede
hacer en flaneras individuales.
Necesitamos para el caramelo:
2 cucharadas de azúcar.
1 cucharada de agua.
1 cucharada de agua.
Necesitamos para el flan:
300 g de zanahoria pelada, cocida, escurrida y
templada (o fría).
3 huevos medianos
½ litro leche
entera
100 g azúcar; admite más si lo preferís más dulce.
30 g maicena.
Empezamos haciendo el caramelo: en la flanera
ponemos el azúcar y una cucharada de agua. Lo ponemos al fuego y, enseguida,
vemos como se va deshaciendo y cogiendo un color dorado. Con mucho cuidado,
vamos moviendo la flanera para repartirlo bien por todo el fondo y por las
paredes. ¡Cuidado con las quemaduras de caramelo! Dicen que son las peores.
Dejamos que enfríe mientras preparamos la mezcla del
flan.
Precalentamos el horno a 160º, poniendo un vaso de
agua en la bandeja.
Batimos, mejor con batidora, la zanahoria y la leche
fría (menos un vaso) hasta conseguir una mezcla homogénea y uniforme.
Añadimos
los huevos y el azúcar y seguimos batiendo.
En la leche que hemos reservado ponemos la maicena,
la disolvemos y agregamos a la mezcla. Mezclamos bien.
Lo ponemos todo en la flanera, al horno y dejamos
que cuaje. Pinchamos con una brocheta y si sale limpia está.
El tiempo va a depender de si lo hacéis en una
flanera o en moldes individuales; cuanto más pequeño el recipiente menos
tiempo.
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