sábado, 23 de enero de 2016

Sopa de mejillones.








¡Mejillones gallegos! Todo un lujo.


Un lujo del que quizá no somos muy conscientes porque lo tenemos al alcance de la mano. Los mejillones de Galicia son en toda Europa signo de calidad.

Los mejillones tienen un alto contenido en proteínas, muy poca grasa, son fuente natural de vitaminas (B12, riboflavina-B2 y folacina-B9) y de sales minerales (hierro, fósforo, selenio, yodo, potasio y zinc).

Admiten multitud de preparaciones.

Sí a esto le unimos que su precio no es alto tenemos un producto estrella para la comida del día a día y para platos especiales.



Hoy vamos a hacer una sopa/puré.
Necesitamos:
1 cebolla, 3 zanahorias, 2 ó 3 patatas, 1 kilo de mejillones; y como siempre sal y aceite.

Empezamos limpiando bien los mejillones.
Los ponemos al fuego en una pota grande con 2 ó 3 dedos de agua en el fondo. Cuando empieza a hervir, les damos unas vueltas para que todos se abran, los apartamos y dejamos que se templen para poder manipularlos.

Los sacamos de las conchas y reservamos (si algún mejillón no se ha abierto hay que desecharlo). Colamos el caldo evitando llegar al fondo de la pota que es donde puede haber algún residuo.

Vamos haciendo un sofrito: picamos la cebolla y en otra pota con dos cucharadas de aceite la vamos pochando; añadimos las zanahorias peladas y troceadas y por último las patatas a trozos.

Cubrimos con el caldo de los mejillones y dejamos cocer hasta que todo esté tierno unos 15 minutos.

Añadimos los mejillones, salvo unos pocos que reservamos para adornar. Dejamos hervir unos cinco minutos todo junto y trituramos.

Hasta este momento no he añadido sal porque el caldo de los mejillones suele tener bastante, probamos y rectificamos si es necesario.

Servimos y adornamos con los mejillones reservados.

Si os gusta podéis añadir en el plato un poco de nata; cambia un poco la textura y le aporta un sabor muy agradable; yo no lo hago porque la nata no me parece un alimento muy saludable, aporta muchas calorías y además el puré ya está muy rico sin ella. Pero cada uno… a su gusto.





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