Hoy pensé hacer una cena ligera. Algo rápido de
hacer, sencillo, sano, nutritivo…pero sin renunciar ni a una pizca de sabor.
Parece que esto encaja mal con la idea de un
bocadillo, pero… hay bocadillos y bocadillos.
Necesitamos para un bocadillo:
Dos rebanadas de pan.
Espárragos trigueros, 6 u 8, frescos o en conserva.
Tomate seco en aceite, 2 ó 3.
2 cucharadas de aceite de oliva virgen.
Sal.
Empezamos preparando los espárragos.
Quitamos el extremo duro: es fácil cogemos el
espárrago e intentamos doblar el final y él mismo nos rompe por donde tiene que
ser.
En una sartén con una cucharada de aceite los
ponemos, con una pizca de sal; damos unas vueltas, con cuidado para que se
frían un poco, agregamos un poco de agua, tapamos de dejamos cocer hasta que
estén tiernos, unos cinco minutos, pero probad el extremo de uno para
comprobar.
Si los usas en conserva simplemente caliéntalos en la sartén con una pizca de aceite y sal.
Mientras partimos los tomates secos en trocitos y
vamos tostando el pan.
Ponemos, sobre el pan los espárragos, encima el
tomate y regamos con una cucharada de aceite.
Si os parece demasiado ligero ¡y no sois veganos! os sugiero que pongáis
una loncha de jamón serrano debajo de los espárragos y el tomate.
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