Hoy un estupendo primer plato, muy sabroso y sano;
admite muchos modificaciones con solo cambiar las verduras que usemos.
Sí no usamos queso (lo podemos sustituir por una
salsa bechamel hecha con caldo de verduras) es apto para vegetarianos.
Sí no ponemos harina de trigo y la sustituimos por
harina de maíz, es apto para celiacos.
Yo usé Ras-el-Hanout pero admite curry, cúrcuma e,
incluso, un poquito de pimentón; se pueden poner hierbas aromáticas, orégano,
romero…
En fin, es una receta muy versátil para que todo el
mundo encuentre una forma de hacerla, y disfrutarla, adaptada a sus gustos y necesidades.
Necesitamos por ración:
Coliflor, entre 150 ó 200 g.
Champiñones, unos 100 g.
Zanahoria, 1 ó 2 depende del tamaño.
Una cebolla.
Queso rallado, el que más os guste y en la cantidad
que os apetezca. A mí no me gusta poner demasiado porque, según el que pongamos
puede anular el resto de los sabores.
1 cucharilla de harina.
Aceite de oliva virgen, sal, pimienta negra, cúrcuma
o ras-el-Hanout o curry.
Empezamos cociendo la coliflor en agua hirviendo con
sal; debe quedar cocida pero conservando su textura. Para evitar el mal olor
podéis cocerla en la olla rápida: cuando menos tiempo esté cociendo menos olor desprenderá;
una buena campana extractora también ayuda mucho.
La sacamos y reservamos una taza del agua de
cocerla.
Picamos la cebolla.
Pelamos y partimos la zanahoria en trocitos
pequeños.
En una sartén con dos o tres cucharadas de aceite
sofreímos la cebolla y la zanahoria hasta que la cebolla esté transparente y la
zanahoria tierna pero con un punto crujiente.
Añadimos los champiñones, bien limpios y partidos, y
cocinamos a fuego alto para evitar que se deshidraten.
Aderezamos con pimienta negra molida, una cucharadita de cúrcuma o de curry o
Ras-el-Hanout (lo que más os guste) y una
cucharadita de harina. Cocinamos durante 2 ó 3 minutos.
Agregamos la
coliflor, damos unas vueltas para mezclar bien,
no importa que se rompa, es más conviene ir partiéndola , y un chorrito
del agua de cocerla.
Bajamos el calor y dejamos durante unos minutos al
fuego para que se cocine la harina: nos quedará una especie de crema con trozos
de coliflor, champiñones y zanahorias.
Ponemos esta mezcla en una fuente que pueda ir al
horno, cubrimos con queso y gratinamos a 180º hasta que coja un bonito color
dorado.
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