Un entrante ligero con un sabor muy delicado y suave.
Necesitamos:
2 espárragos blancos por persona. Pueden ser en
conserva.
Para la bechamel: harina, leche y langostinos.
Empezamos pelando los langostinos y picándolos a
cuchillo muy menudos.
Sí los espárragos son frescos tenemos que pelarlos y
cocerlos, en agua hirviendo con sal hasta que estén tiernos. Los dejamos enfriar.
Sí son en conserva los sacamos del líquido y los
ponemos en un colador grande o sobre una rejilla para que pierdan humedad.
(Poned un plato debajo porque pierden bastante agua).
Vamos a hacer una bechamel con los langostinos.
Ponemos un poco de aceite, 2 cucharadas, en una
sartén y añadimos una cucharada de harina; sofreímos para que la harina pierda
su sabor a crudo y agregamos los langostinos; vamos poniendo leche, salamos y
cocemos la bechamel.
Cuando esté espesa, como para croquetas, la sacamos
y la dejamos templar, no enfriar, solamente que pierda un poco de temperatura.
Abrimos los espárragos a lo largo, sin llegar a
fondo, y vamos rellenando con la bechamel de langostinos.
Creo que hay que tomarlos a temperatura ambiente.
Hace tiempo hice otros espárragos con bechamel y queso
con otra presentación; creo que ésta también puedes presentarla así. El sabor,por supuesto,sería igualmente magnífico.
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