Creo que voy a tardar más en escribir esta receta
que lo que se tarda en hacerla.
Es muy rápida de preparar, horno aparte, y queda
muy suave,
con un ligero sabor a manzana, es más bien húmeda, ligera porque no lleva
nada de grasa, lleva azúcar moreno que aporta un sabor y un tono diferente del
blanco: creo que os gustará.
Necesitamos:
·
4
manzanas.
·
2
huevos.
·
175
ml de leche.
·
180
g de harina.
·
½
sobre de levadura (tipo Royal).
·
100
g de azúcar moreno.
·
Unas
cucharadas de mermelada de albaricoque.
Empezamos pelando las manzanas. Dos manzanas y media las
picamos en trozos pequeños. Reservamos 1 y ½ para hacer lonchitas para el
adorno.
En la batidora ponemos las manzanas
picadas, los huevos, la leche y el azúcar y batimos hasta que sea una masa
suave, sin tropezones.
Tamizamos la harina con la levadura y lo unimos a la mezcla
anterior hasta conseguir una masa homogénea.
Encendemos el horno para que se vaya calentando a 180º.
Vamos a preparar un molde desmontable: lo untamos
con un poco de mantequilla (o aceite suave) y espolvoreamos con harina,
quitando el sobrante.
Vertemos la masa en el molde y cubrimos con las
lonchitas de manzana que teníamos reservadas.
Al horno durante unos 50 minutos (ya sabéis, pinchar
y comprobar).
Cuando la saquemos del horno la dejamos templar y
cubrimos con la mermelada, que le aporta un poquito de dulzor y mucho brillo.
¡Y listo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario