Necesitamos para dos:
400 g de judías verdes (fréjoles).
2 patatas medianas.
1 cebolla grande o dos medianas.
2 dientes de ajo.
½ pimiento verde.
2 zanahorias.
1 tomate mediano.
2 ó 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
Sal, pimienta negra, 1 hoja de laurel y una caña de
perejil.
Empezamos, pelando las patatas y partiéndolas en
trozos medianos.
Despuntamos las judías verdes y quitamos, con un
pelador, los hilos laterales; las partimos en trozos.
Pelamos el tomate y lo picamos.
Partimos el pimiento en trozos.
Pelamos las zanahorias y las partimos en ½
rodajas.
Pelamos los ajos y los picamos.
Pelamos la cebolla y la picamos.
En una cazuela lo ponemos todo: las patatas, las
judías verdes, la cebolla, los ajos, el pimiento, las zanahorias, el tomate, el
aceite y la hoja de laurel.
Sazonamos con sal y pimienta.
Revolvemos para que todo se unte de aceite y lo
ponemos a fuego muy, muy suave (en mi cocina que tiene hasta el 12 al 3)
tapado.
Dejar cocer, sin destapar, hasta que esté
todo tierno. A mí me tardó 50 minutos.
Este estofado se hace con los jugos de las
hortalizas, ya veis que no añadimos agua, por lo que si destapamos se escapa
el vapor y pierde los jugos que necesita para cocinarse.
Servimos adornado con perejil picado.
¡Y listo!
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