Otra versión, otro acabado
un poco diferente al que hoy os enseño pero el pan con chocolate fue una
merienda muy habitual para toda una generación, esa generación a la que
pertenezco y que ya peinamos, o teñimos, canas.
Necesitamos:
400 g de
harina de fuerza.
120 g de agua
tibia.
100 g de leche
tibia.
Levadura fresca de
panadero 10 g.
10 g de sal.
1 cucharada
de azúcar.
2 charadas de cacao puro.
2 charadas de cacao puro.
Chocolate, 4
pastillas de chocolate de postres.
Empezamos preparando todos los ingredientes, pesándolos.
Mezclamos
el agua tibia con la levadura y disolvemos bien.
Aparte
hacemos una mezcla homogénea con la harina, el azúcar y la sal.
Unimos las
dos mezclas y amasamos durante
unos 5 minutos. Dejamos reposar otros cinco minutos y volvemos a amasar; así
amasando y descansando durante 3 veces. Hacemos una bola con la masa.
Dejamos
reposar la masa en un bol, untado
ligeramente con aceite, hasta que aumente de tamaño; dependiendo de la
temperatura de la cocina tardará más o menos tiempo. Una buena idea es meterla
en el horno apagado y cubierta con un paño de algodón. Al cabo de 1 hora habrá
crecido.
Sacamos y
amasamos suavemente; la dividimos en trozos de igual
peso yo los hice de 80 g aproximadamente.
Extendemos cada
trozo de masa y ponemos ½ pastilla de chocolate, partida en trocitos y volvemos
a formar la bola, dejando el chocolate dentro.
Los ponemos
en la bandeja del horno cubierta con papel y dejamos reposar de
nuevo hasta que vuelvan a aumentar.
Calentamos el
horno a 200ºC.
Antes de
meterlos en el horno los espolvoree con un poco de cacao puro.
Los cocemos
durante unos 25 minutos, hasta que estén bien dorados.
¡Y listo!
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