Otra forma de comer legumbres; en
este caso alubias pintas pero con otra legumbre también quedará muy bien.
A los más “descreídos”, incluyo aquí
a alguno de mi familia, no le expliquéis de qué es el paté ¡primero que lo
pruebe!
A este paté le podéis poner un
puñadito de avellanas tostadas al triturarlo, aumentará su valor
nutritivo y hará un plato más completo.
Necesitamos para dos:
150 g alubias pintas.
¼ diente de ajo.
Huevos, uno por tosta.
Tomates secos en aceite, 2 ó 3
por tostada.
2 cucharadas de aceite de oliva
virgen extra.
Pan de hogaza, cortado en
rebanadas.
Un poco de perejil seco, para
adornar. Yo no tenía y puse orégano seco.
Empezamos poniendo las
alubias a remojo la noche anterior en agua fría. Por la mañana las
ponemos a cocer hasta que estén tiernas.
Hacemos el paté: en el
vaso de la batidora ponemos las alubias cocidas con un
poco del caldo de cocerlas (añadiremos más si vemos que está
demasiado espeso) y ¼ de diente de ajo (la cantidad de ajo
adaptarla a vuestro gusto, incluso suprimirla si no os gusta); a la vez
que batimos agregamos un hilo de aceite, para que
emulsiones y quede cremoso.
Reservamos.
Cocemos los huevos 10
minutos, dejamos enfriar y pelamos; con un tenedor machacamos el huevo cocido.
Picamos los tomates secos en aceite,
los mezclamos con el huevo y ponemos un poco del aceite del bote de los tomates,
para amalgamar.
Tostamos las rebanadas de pan;
cuando esté crujiente ponemos una buena capa del paté, encima la mezcla de huevo
y tomate seco. Espolvoreamos con perejil y servimos.
¡Y listo, a disfrutar!
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