jueves, 26 de marzo de 2020

Conejo con chocolate.



Hoy un plato de lujo, de fiesta. Puede parecer que es laborioso pero, en realidad, es hacer un guiso de carne y añadir a la salsa a media cocción chocolate negro, que le va dar un color, un perfume, una textura y un sabor a la salsa realmente bueno.

En este caso es conejo pero queda igualmente rico con pollo, con unas albóndigas o con carne de guisar de ternera.

Yo he usado solamente las patas traseras porque cocino, ya sabéis solo para dos.




Necesitamos para dos:

2 patas traseras de conejo.
1 cebolla grande o 2 medianas.
2 ó 3 dientes de ajo.
½ pimiento rojo.
2 zanahorias medianas.
2 ó 3 cucharadas de salsa de tomate.
½ vaso de vino blanco.
½ cucharilla de pimentón dulce.
Aceite de oliva virgen extra.
Pimienta negra y sal.
15/20 g de chocolate negro.

Empezamos poniendo al fuego una cazuela plana con dos o tres cucharadas de aceite y rehogando las tajadas de conejo, adobadas con sal y pimienta negra, hasta que estén doradas. Las sacamos a un plato y reservamos.

En la misma cazuela, si hace falta ponemos un poco más de aceite, vamos haciendo el sofrito.

Primero ponemos los dientes de ajo picaditos, cuando empiecen a tomar color añadimos la cebolla, las zanahorias y el pimiento, todo partido y con un poco de sal; lo dejamos sofreír durante 5 ó 6 minutos.

Agregamos el pimentón, damos unas vueltas para que se reparta y se fría.

Ponemos la salsa de tomate y el vino blanco; hervimos un minuto y volvemos a poner el conejo; agregamos un poco de agua, tapamos y dejamos cocer despacio, dando vuelta a las tajadas a media cocción hasta que esté tierno.

Cuando demos vuelta a las tajadas ponemos el chocolate negro.

Cuando el conejo esté podemos sacarlo y triturar la salsa; en ese caso dejamos cocer dos o tres minutos más para que la salsa pierda el aire que haya cogido al triturar. Yo prefiero encontrar trocitos así que no trituro.




¡Y listo, a disfrutar!


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