El pan de soda es
un pan sin levadura y sin amasado por lo que en menos de una hora podemos
tenerlo listo para el desayuno o para la merienda.
Además de rápido es
fácil de hacer, solamente hay que pesar y mezclar los ingredientes y ¡al horno!
Hay muchas
versiones, yo he seguido la de Alma Obregón, del libro ¿Hacemos pan? solamente
he cambiado el sésamo por semillas de amapola.
Necesitamos:
330 g de harina
normal.
30 g de azúcar
blanco.
12 g de semillas de
amapola.
8 g de sal.
1 huevo mediano.
170 g de leche
entera.
El zumo de ½ limón.
40 g de mantequilla
fría.
½ sobre de levadura
química (8 g).
Empezamos
mezclando el zumo de limón y la leche y lo dejamos reposar 15 minutos. Se
genera el suero de leche.
Batimos el
huevo, separamos una cucharada, y lo añadimos a la leche.
En un bol grande
ponemos la harina, la levadura, las semillas de amapola, el bicarbonato y la sal;
mezclamos.
Cortamos la
mantequilla a trocitos pequeños y la agregamos al bol. Con los dedos
vamos a disgregarla para que nos quede una textura como de migas; no conviene
trabajarla mucho para que no se caliente
la mantequilla.
Añadimos la mezcla
de leche y huevo; mezclamos lo necesario para obtener una masa, que se integre
toda la harina, peno no hace falta amasar. Queda una masa húmeda.
Calentamos el horno
a 180º. Untamos con mantequilla y harina
el molde para evitar que se pegue.
Añadimos a la
cucharada de huevo que habíamos reservado una cucharada de leche y pintamos el
pan. Hacemos un corte en la superficie de pan.
Horneamos unos 30
minutos o hasta que el palillo salga seco y el pan esté dorado.
Desmoldamos y
dejamos enfriar sobre una rejilla.
Mi molde es de 26 centímetros
de largo; os aconsejo usar uno un poco más pequeño para que el pan quede más
alto.
¡Y listo, a
disfrutar!
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