Necesitamos:
Una
plancha de hojaldre refrigerado.
1
calabacín mediano.
1
cebolla mediana.
2
ó 3 dientes de ajo.
½
pimiento verde.
2
huevos.
Tomates
secos en aceite.
Aceite
de oliva virgen.
Sal
y pimienta negra.
Empezamos preparando las verduras:
Pelamos
y picamos los ajos y la cebolla.
Lavamos
el
pimiento y lo picamos.
Lavamos
el
calabacín, quitamos los extremos y toda o parte de la piel, a vuestro
gusto. Yo suelo quitar, con el pelador algunas tiras para que no quede tan
verde. Lo picamos menudo.
En
una sartén amplia ponemos dos cucharadas de aceite y empezamos
a freír; primero los ajos, añadimos la cebolla y cuando ablande un poco el
pimiento. Después el calabacín.
Ponemos
sal y dejamos que se ablande todo a fuego algo fuerte, no demasiado, para que
se cocine y pierda bastante agua.
Dejamos
que se temple.
Batimos
los huevos,
ponemos pizca de sal y pimienta. Mezclamos con las
verduras.
Calentamos
el horno a 210º.
Sacamos
el
hojaldre de la nevera y lo dejamos 3 ó 4 minutos para que coja
temperatura.
Forramos
con él un molde, el fondo y las paredes.
Rellenamos
con el sofrito y ponemos por encima los tomates partidos al medio;
horneamos hasta que esté cuajado, unos
25/30 minutos, depende del tamaño del
molde si la mezcla queda más baja o más alta tardará más o menos.
Si
veis que el hojaldre se dora demasiado cubrirlo con un papel de aluminio.
Sacamos
y dejamos templar. Se puede comer templado o frío, de las dos formas está rico.
¡Y
listo, a disfrutar!
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