Un
postre muy rico que, creo yo, encaja en cualquier dieta de control de peso; no
tiene azúcar añadido, tiene exclusivamente el de la fruta, lleva vino pero
después de haber hervido un rato no queda ni rastro de alcohol, ni de sus
calorías, pero sí su sabor; además te sirve para usar esas peras que llevan
viviendo en tu frutero, sin madurar, ya ni recuerdas desde cuando.
Necesitamos
por persona:
1 manzana.
1 pera.
2 ó 3 orejones
de albaricoque.
Uvas pasas,
sin pepitas.
Además:
1 naranja
ecológica.
1 limón ecológico.
1 palo de
canela.
Vino tinto.
Agua.
Empezamos lavando y secando muy bien la naranja y el limón;
rallamos la piel de ambos. Exprimimos la naranja y reservamos.
Pelamos la
pera y la dejamos entera.
Pelamos la
manzana, quitamos el corazón y troceamos en cuartos u octavos,
dependiendo el tamaño.
Ponemos en
una cazuela los orejones, la pera y los trozos de manzana.
Añadimos los
líquidos: el zumo de la naranja, una cantidad similar
de vino tinto y agua hasta
cubrir ligeramente.
Agregamos
el palo de canela y la ralladura de los cítricos.
Ponemos a
cocer, que hierva muy suave.
Se va
evaporando el líquido y se convierte en un “almíbar”.
Por último
añadimos las uvas pasas que no necesitan mucho tiempo
porque se hidratan muy pronto.
Dejamos
templar antes de servir.
¡Y listo, a disfrutar!
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