Esta ensalada es un plato completo, ideal para tomar
como plato único y comer legumbres también en verano.
Admite muchas variantes tomando como base la mezcla
de lentejas y arroz, se puede complementar con la proteína animal que más os
guste: langostinos cocidos, huevo cocido, tacos de bonito fresco a la plancha…
En cuanto a las cantidades me resultan difíciles de
calcular ya que lo que es suficiente para mí puede ser muy escaso para otra
persona (lo compruebo cada vez que vienen a casa a comer mis hijos). Os pongo
cantidades orientativas pero adaptarlas a vuestras necesidades.
Necesitamos por ración:
Lentejas pardinas, 60g.
Arroz, 50g.
Zanahorias, pepino, cebolleta, pimiento rojo y/o
verde.
Un filete de pechuga de pollo.
Pimienta negra.
Aceite de oliva virgen, vinagre de Jerez y sal.
Empezamos lavando bien las lentejas y poniéndolas a cocer
en agua fría hasta que estén tiernas pero sin que se nos rompan. Lo mejor es
que cuezan despacio y moviendo de vez en cuando la pota pero sin meter la cuchara para dar vueltas.
Pelamos las zanahorias y las cocemos enteras
junto con las lentejas; cuando están tiernas las sacamos y las partimos en
rodajas. Podéis, por supuesto, cocerlas aparte si os resulta más cómodo, en
agua fría con sal.
A parte cocemos el arroz; escurrimos y
reservamos.
Preparamos una vinagreta con cebolleta tierna,
pimiento y pepino, todo en trocitos pequeños. Aderezamos con aceite, sal y
vinagre.
Hacemos la pechuga a la plancha, sazonada con
sal y pimienta negra. La partimos en trocitos pequeños y, cuando esté fría, la añadimos
a la vinagreta.
Escurrimos bien las lentejas y el arroz y las
ponemos en un bol; agregamos la vinagreta y mezclamos con cuidado, suavemente.
Dejamos reposar para que todo coja bien los sabores.
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