miércoles, 30 de septiembre de 2020

Frittata de berenjena y pimiento.


 

Una “tortilla a la italiana” que es un éxito asegurado; la diferencia con nuestras tortillas es que se termina de hacer en el horno, cubierta con queso.

Admite muchos rellenos así que nos sirve no solo para aprovechar las verduras que tengamos sino también para hacerla con ingredientes a nuestro gusto.



Necesitamos:

1 ó 2 berenjenas.

1 pimiento verde.

6 u 8 champiñones.

2 dientes de ajo.

Queso rallado.

Aceite de oliva virgen.

Sal.

Empezamos lavando las berenjenas y partiéndolas en trocitos. Yo no las pelo porque son de nuestra huerta, de cultivo ecológico pero si no son así conviene pelarlas.

Las ponemos en un escurridor con un puñado de sal gorda y las dejamos unos 20/30 minutos.

Mientras hacemos un sofrito con dos cucharadas de aceite, los dientes de ajo picados y el pimiento.

Lavamos, secamos la berenjena y la añadimos al sofrito; dejamos que se cocine hasta que la berenjena esté tierna.

Añadimos los champiñones antes de que la berenjena está totalmente hecha.

Batimos los huevos con un poco de sal.

En una sartén que pueda ir al horno (yo uso una a la que se le rompió en mango) ponemos una cucharada de aceite y los huevos batidos.

Les damos unas vueltas para que empiecen a cuajar, ponemos encima el sofrito de berenjena y lo repartimos por toda la superficie.

Cubrimos con el queso rallado; yo usé un trocito de Gouda añejo que tenía pero podéis poner el que tengáis, prefiero aprovechar un trocito que esté quedando un poco seco antes que los que vienen rallados en bolsa.



¡Y listo, a disfrutar!

lunes, 28 de septiembre de 2020

Garbanzos con verduras.


 

Plato completo con legumbres y verduras.

Si queréis hacer una versión vegana cocéis los garbanzos sin carne, con verduras y una hoja de laurel.

En cambio si lo queréis más completo añadís al final un huevo cocido o la carne desmenuzada.

Si queréis la versión rápida podéis usar garbanzos de bote y caldo industrial; yo nunca los he probado así que no me atrevo a opinar aunque supongo que habrá marcas de calidad.

Necesitamos para los garbanzos, para dos raciones:

150 gramos de garbanzos.

Una zanca de pollo, un hueso de ternera, una zanahoria y ½ cebolla.

Verduras:

Yo he puesto coliflor, calabaza y judías verdes. Con brócoli, boniato, guisantes, por ejemplo también puede quedar muy rico.

2 dientes de ajo.

½ cucharilla de pimentón dulce.

½ cucharilla de cúrcuma (optativo).

Aceite de oliva virgen.

Sal.

Empezamos poniendo, la noche anterior los garbanzos a remojo. Por la mañana los cocemos con la carne, la zanahoria y la cebolla.

Mientras se hacen los garbanzos vamos preparando las verduras.

Partimos la coliflor en ramitos, pequeños y lo más iguales posible.

Partimos la calabaza en rodajas, quitamos la piel y la partimos en trozos.

Quitamos los extremos y las hebras laterales, con un pelador a las judías verdes; las troceamos.

En una cazuela amplia ponemos tres o cuatro cucharadas de aceite y freímos los ajos picados. Antes de que se doren añadimos el pimentón y la cúrcuma, si la usáis; conviene que no esté demasiado caliente para que el pimentón no se queme.

Agregamos todas las verduras y rehogamos durante dos o tres minutos de forma que todo quede bien untado de aceite.



Ponemos los garbanzos ya cocidos.



Cubrimos con el caldo; dejamos que hierva despacio hasta que las verduras estén tiernas, unos 10/15 minutos.



Rectificamos de sal si hace falta.



¡Y listo, a disfrutar!

viernes, 25 de septiembre de 2020

Bizcocho de peras y uvas pasas.


 

 

Necesitamos:

3 huevos.

220 gramos de harina.

80 gramos de azúcar.

1 yogur natural.

100 gramos de aceite de girasol.

40 gramos de uvas pasas.

2 peras.

½ sobre de levadura (tipo Royal).

Una pizca de sal.

Empezamos preparando todos los ingredientes.

Sacamos de la nevera los huevos y el yogur para que no estén muy fríos.

Pesamos el azúcar, la harina, el aceite y las uvas pasas.

Separamos una cucharada de harina y la mezclamos con las pasas, que se unten bien antes de añadirlas a la masa.

Mezclamos el resto de harina con la levadura y una pizca de sal.

Ponemos un papel de horno en el fondo de un molde desmontable y lo untamos ligeramente con aceite.

Encendemos el horno para que caliente, a 180º.

En un bol amplio vamos batiendo los huevos con el azúcar. Yo pongo poco azúcar, podéis poner más si os gusta muy dulce pero las pasas y la pera también aportan dulzor.

Agregamos el yogur y mezclamos bien.

Después el aceite. Yo para la repostería uso de girasol pero de oliva suave también puede servir. Depende del gusto.

Vamos añadiendo la harina con la levadura poco a poco e integrándola. En último lugar ponemos las pasas y la harina que habíamos separado.

Cuando la masa esté homogénea la ponemos en el molde que tenemos preparado.

Pelamos las peras, las partimos en láminas finas y cubrimos toda la superficie del bizcocho.

Metemos en el horno que ya estará caliente hasta que al pincharlo salga la brocheta seca, unos 40 minutos.



¡Y listo, a disfrutar!

lunes, 21 de septiembre de 2020

Bollos para San Mateo.


 


El 21 de septiembre es fiesta en Oviedo. La tradición manda comer un “bollo preñao” con la familia y/o amigos, en el campo. Este año todo es un poco distinto así que yo hice unos bollos preñaos también diferentes.

Necesitamos para 4 bollos de 120/125 gramos aproximadamente:

250 g de harina.

120 g de agua ligeramente tibia.

1 cucharilla de azúcar.

6 g de levadura fresca de panadería o 2 gramos de levadura seca.

5 g de sal.

1 chorizo.

1 cebolla mediana.

½ pimiento rojo.

2 cucharadas de aceite de oliva virgen.

 

Empezamos preparando el relleno de los bollos. Picamos la cebolla y el pimiento y lo freímos en una sartén con las dos cucharadas de aceite; cuando empiece a ablandar añadimos el chorizo picado en trocitos; los freímos ligeramente. Reservamos.

 

En un bol ponemos el agua, la levadura, el azúcar y la harina (reservamos un poco, una cucharada, por si no nos hace falta toda); mezclamos bien y dejamos reposar unos cinco minutos.

 

Pasado ese tiempo, más o menos, amasamos durante unos diez minutos; en el momento de comprobar si necesitamos añadir la harina reservada o no: si la masa es demasiado blanda y se nos pega mucho a las manos o a la meseta se la ponemos.

 

Añadimos el relleno, todo, incluso el aceite, mezclamos bien y dejamos reposar durante 1 hora/1hora y media.

Dividimos la masa en cuatro trozos iguales y formamos los bollos; intentamos que en la superficie no queden trozos del relleno porque se nos quemarán en el horno ( a mí me quedo algún trozo de pimiento).

Dejamos reposar unos 30 minutos y horneamos a 190º/200º harta que estén dorados y suenen a hueco al golpearlos por debajo, unos 20/25 minutos.

Sacamos a una rejilla y dejamos enfriar.


¡Y listo, a disfrutar!


sábado, 19 de septiembre de 2020

Bacalao con queso Gamoneu.

Bacalao con queso Gamoneu (Picos de Europa)



Necesitamos:

2 tajadas de bacalao desalado.

4 ó 6 cebollas pequeñas.

Un trozo de queso Gamoneu.

Aceite de oliva virgen.

2 ó 3 dientes de ajo.

Perejil.

Empezamos poniendo el bacalao a desalar; dependiendo del grosor de las tajadas necesitará más o menos tiempo. Hay que lavar las tajadas y ponerlas en un bol, con abundante agua fría en la nevera cambiando el agua cada 12 horas. Yo las tuve 3 días, porque eran gruesas.

Sacamos las tajadas y las secamos.

Pelamos las cebollas y las asamos en el horno a 180º hasta que estén tiernas (yo aproveché para asar berenjena y pimiento rojo al mismo tiempo).

En una sartén ponemos dos o tres cucharadas de aceite y freímos los ajos picados hasta que empiecen a coger color; los sacamos y reservamos.

En la misma sartén ponemos el bacalao y lo freímos a fuego medio. Sacamos y lo cubrimos con unas lascas de queso.

En una fuente de horno ponemos las cebollas asadas, el bacalao frito y cubierto con el queso y gratinamos.

Servimos con el ajo frito y perejil picado.





¡Y listo, a disfrutar!

Esta receta básicamente, aunque no idéntica, es de Patricia Zarabozo. Restaurante del Gran Hotel Pelayo (Covadonga)




martes, 15 de septiembre de 2020

Empanadillas de arroz y salmón.


Estas empanadillas están “inspiradas” en una receta del koulibiac, un plato típico de la cocina rusa.  He leído varias recetas y, como ocurre con casi todos los platos tradicionales, hay muchas versiones.

Yo no ha pretendido hacerlo sino basándome en él hacer unas ricas empanadillas.


Necesitamos:

Obleas compradas o masa para empanadillas casera.

Salmón fresco, un trozo de la cola o del lomo.

1 cebolla mediana.

6 ó 8 champiñones.

Arroz blanco.

2 huevos.

Aceite de oliva virgen y sal.

Empezamos cociendo un pocillo de arroz en abundante agua con sal. Colamos y reservamos.

En una sartén ponemos dos cucharadas de aceite y freímos el salmón partido en trocitos; podemos desmenuzarlo o, como hice yo, dejarlos así. Hay que tener especial cuidado con las espinas. Reservamos.

En la misma sartén, sin limpiarla freímos despacio la cebolla picada pequeña hasta que empiece a estar transparente.

Añadimos los champiñones, salamos y dejamos que se cocinen. Reservamos.

Cocemos un huevo. Dejamos enfriar y lo pelamos.

Hasta aquí podemos tenerlo todo preparado y terminar las empanadillas cuando la necesitemos. Conviene que esté todo el relleno templado o frío porque las obleas se pueden reblandecer si ponemos algo muy caliente.

Ponemos una oblea y encima una cucharada de arroz; encima otra de cebolla y champiñones.



Después el salmón.



Y por último el huevo cocido y triturado con un tenedor.



Tapamos con otra oblea. Cerramos bien los bordes.


 

Pintamos con huevo batido y horneamos siguiendo las indicaciones del fabricante; generalmente a 190º/200º durante unos 10 minutos.

Servir calientes.

¡Y listo, a disfrutar!

domingo, 13 de septiembre de 2020

Torta de ciruelas rojas.


 


Necesitamos:

3 huevos medianos.

100 g de azúcar blanco.

220 g de harina.

1 yogur natural, sin edulcorante.

¾ del envase del yogur de aceite de girasol.

2 ó 3 ciruelas rojas, las mías sin hueso pesaban 280 g.

½ sobre de levadura (8 g).

Mantequilla y harina para el molde.

Pizca de sal.

Empezamos lavando las ciruelas; las partimos en trocitos, quitándoles el hueso. En una sartén antiadherente ponemos un poco de mantequilla, una cucharada de azúcar y las ciruelas.

Lo dejamos al fuego unos cinco minutos, hasta que se deshaga el azúcar y se caramelice la fruta. Si las ciruelas estuvieran poco maduras podemos dejarlas más tiempo, hasta que ablanden. Dejamos enfriar.



Preparamos el molde: lo untamos con un poco de mantequilla y cubrimos con harina, sacudiéndolo para quitar el exceso.

Batimos los huevos con el resto del azúcar, que cojan bastante aire y queden espumosos.

Agregamos, el aceite y el yogur y seguimos batiendo hasta integrarlos.

Mezclamos la harina, la levadura y la sal; lo pasamos por un colador.

Unimos la masa líquida con la sólida, es decir, vamos añadiendo, en tandas, la mezcla de harina a la mezcla del huevo.

Cuando tenemos una mezcla homogénea, todo bien integrado añadimos la fruta que ya estará fría.

Calentamos el horno a 180º.

Metemos el molde, hasta que al pinchar la torta la brocheta salga seca, unos 20 minutos. Yo usé un molde de 25 centímetros, la torta no queda muy alta y se hace antes; si usáis un molde más pequeño cambiará el tiempo de horno.



¡Y listo, a disfrutar!


viernes, 11 de septiembre de 2020

Rollos de judías verdes con panceta.


 Entrante o primer plato. 


Necesitamos para cada rollo:

4 ó 6 judías verdes.

1 loncha de panceta o jamón serrano.

Además necesitamos sal, aceite de oliva y romero fresco (optativo).

Empezamos preparando las judías verdes: las lavamos y quitamos los extremos y los hilos laterales, si los tienen, con un pelador.

Las escaldamos en agua hirviendo con sal durante unos tres minutos; deben quedar “al dente”, tiernas pero no blandas. Conviene probarlas antes de escurrirlas. Reservamos.

Quitamos la corteza a la panceta.

Envolvemos las judías con la loncha de panceta. Las ponemos en una fuente de horno con una cucharada de aceite y unas cañas de romero.



Calentamos el horno a 180º y las asamos hasta que la panceta esté crujiente, unos 10 minutos pero depende del horno.



¡Y listo, a disfrutar!

Esta receta la vi aquí, aunque ya sabéis yo la adapté a mi gusto.


lunes, 7 de septiembre de 2020

Bonito en escabeche, sobre patatas.


 

Un título un poco soso; su nombre de verdad, el que le puso su “inventor” y del que yo copié la receta es…(redoble de tambor): Tejas de bonito. Mucho mejor ¿verdad?

Esta receta, más o menos, se publicó en el diario El Comercio y está también aquí. Os aconsejo echar un vistazo, estupendas recetas contadas con rigor y humor.


Necesitamos:

Una rodaja gruesa de bonito.

Vinagre de sidra, suficiente para cubrir las lascas de bonito.

Sal.

Aceite de oliva virgen extra.

Patatas.

Empezamos quitando la piel y la espina central a la rodaja de bonito; nos quedarán cuatro trozos.

Con cuidado, aunque no es demasiado difícil separamos las lascas. Ponemos un poco de sal y las cubrimos con vinagre de sidra.

Las dejamos aproximadamente una hora, a temperatura ambiente para que el vinagre “las cocine”.

Las escurrimos, las ponemos en un táper de cristal y las cubrimos con aceite de oliva virgen extra. Lo dejamos en la nevera hasta que vayamos a consumirlas.

Para hacer este aperitivo pelamos las patatas y con la mandolina o a cuchillo las cortamos en rodajas finas. Las freímos.

Ponemos las rodajas de patata y encima unas lascas de bonito. 

Adornamos con tomates cherry, por ejemplo y un poco de perejil picado. O podemos preparar aceite de perejil y rociarlas con ella.

Acompañadas de un culín de sidra os harán creer que estáis en Asturias, o casi.



¡Y listo, a disfrutar!

miércoles, 2 de septiembre de 2020

Lasaña de calabacín y bonito.


La lasaña es uno de esos platos laboriosos, que no difíciles, de hacer porque tiene muchos pasos; con un poco de organización vas preparando uno mientras otro se cocina y acortas el tiempo. 

La gran ventaja, para mí, es que además de ser un plato muy rico es plato único y además puedes hacerlo con antelación y terminar, en poco tiempo cuando te haga falta.


Necesitamos:

Patatas, suficientes para cubrir el fondo de la fuente.

1 calabacín mediano.

Tomates maduros o un bote de tomate natural, para la salsa.

1 cebolla.

2 dientes de ajo.

½ pimiento verde.

Unas judías verdes (opcional).

Bonito fresco, unos 200 g.

Salsa bechamel: harina, leche.

Aceite de oliva virgen y sal.

Empezamos pelando las patatas y con una mandolina o a cuchillo partimos rodajas, como de ½ centímetro y las freímos.

Cubrimos con ellas el fondo de la fuente de horno donde vamos a hacer la lasaña.



Vamos preparando el sofrito: en dos cucharadas de aceite freímos los dientes de ajo, con la cebolla y el pimiento verde. Cuando empieza a ablandar agregamos el bonito picado con el cuchillo en trocitos pequeños.

Si vamos a poner judías verdes, las quitamos los extremos y los hilos laterales, partimos en trocitos y las escaldamos dos minutos en agua hirviendo con sal. Escurrimos y añadimos a la sartén.



Freímos todo y añadimos el tomate rallado o natural de bote.

Salpimentamos y dejamos que se cocine todo junto hasta que esté espeso.

Mientras se hace el sofrito lavamos el calabacín y con la mandolina hacemos lonchas a lo largo; en la plancha o en una sartén grande con una cucharada de aceite y a fuego bajo las cocinamos para que pierdan agua. Reservamos.

Montamos la lasaña: encima de las patatas ponemos una capa de calabacín y cubrimos con el sofrito.

Ya solo nos queda poner la salsa bechamel que hacemos con una cucharada colmada de harina, aceite y leche, según tengamos costumbre.

Cubrimos la lasaña y adornamos con unos tomates cherry.

Hasta este paso podemos tener el plato adelantado y unos 30 minutos antes de servirlo calentamos el horno a 190º/200º y terminamos la lasaña.



¡Y listo, a disfrutar!