Seguro que si tenéis ya unos años os serán familiares estos filetes; por los setenta eran muy populares pero creo que ahora ya no lo son tanto, quizás por la "llegada" de las hamburguesas.
A
mí, que no soy muy fan de la carne, siempre me han gustado; con una ensalada me
parece una cena estupenda.
Necesitamos:
Carne
picada de ternera o mezcla de ternera y cerdo. Unos 60/65 gramos para cada
filete.
1
ó 2 huevo, dependiendo de la cantidad de carne. Yo usé uno para unos 400 gramos
de carne.
Cebolla,
ajo, pimiento verde y rojo.
Aceite
de oliva virgen, suficiente para freír.
Pimienta
negra y sal.
Pan
rallado.
Empezamos adobando la carne. Yo usé carne
picada de ternera pero se puede utilizar mezcla de ternera y cerdo en la
proporción que os guste.
En
una sartén con una cucharada de aceite sofreímos el ajo picado, antes de
que coja color añadimos la cebolla picada muy menuda.
Cuando
empiece a ablandar agregamos los pimientos, rojo y verde y
dejamos que todo se sofría. Apartamos y reservamos hasta que enfríe.
Ponemos
la carne en un bol y sazonamos con pimienta negra, sal, un
huevo
entero y el sofrito; revolvemos bien hasta que hasta una mezcla
uniforme.
Dejamos
en la nevera unos treinta minutos, o hasta que lo necesitemos tapando el bol
con film.
Cogemos
porciones lo más iguales posible; yo hice los filetes de entre 60/65
gramos. Hacemos una bola y la aplastamos, suavemente para que queden
filetes finos.
Ponemos
pan rallado en un plato y los empanamos.
Freímos dos o tres minutos por cada lado,
hasta que estén dorados. Sacamos a papel adsorbente.
Se
comen calientes aunque si os sobran fríos también están muy ricos.
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