Una compota de manzana con el toque diferente que le da el jengibre y la canela, más el ácido de la manzana y el limón.
Respecto al jengibre, si no lo habéis utilizado nunca hacerlo con prudencia; aporta un aroma cítrico muy agradable, con un puntito picante. Yo lo uso con frecuencia, en purés, salsas o bizcochos.
La canela también aporta sabor y sobre todo color.
Pongo muy poco azúcar, podéis probar y añadir más si os gusta muy dulce pero a mí me parece suficiente para no perder el resto de los sabores.
Necesitamos:
600 gramos de manzanas.
60 gramos de azúcar.
1 limón ecológico (vamos a usar la piel).
Canela molida, al gusto.
Jengibre, al gusto. Yo puse unos dos centímetros.
20 gramos de mantequilla.
Empezamos pelando las manzanas, quitando el corazón y partiéndolas en trozos. Las ponemos en un bol con el azúcar y la piel y el zumo del limón. Dejamos reposar unos 15 minutos.
Ponemos una pota al fuego con la
mantequilla y añadimos el contenido del bol, la canela y el jengibre pelado, en
un trozo.
Dejamos cocer tapado, a calor moderado, hasta que la manzana esté tierna, unos 20 minutos.
Trituramos y dejamos enfriar.
Y listo ¿comemos o qué?
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