Receta
inspirada en una Carlos Arguiñano a la que yo he hecho ligeros retoques.
Y que queréis que os cuente, es un plato riquísimo.
Poca grasa y mucho sabor.
Necesitamos
para cada ración:
6
langostinos medianos.
200/250
gramos de brócoli.
1
tomate maduro.
2
dientes de ajo.
1
cucharilla de pimentón.
½
vaso de caldo de pescado.
Sal
y aceite de oliva virgen extra.
Empezamos
pelando
los langostinos y reservamos las colas. Con las cabezas y caparazones
preparamos un poco de caldo.
En
una pota ponemos una cucharada de aceite, tostamos las cabezas, añadimos dos
vasos de agua y dejamos cocer, con sal durante unos 15 minutos. Colamos y
reservamos el caldo.
Separamos
el brócoli en ramitos y los cocemos, unos 5 minutos en agua hirviendo con sal.
Deben quedar los tallos sin terminar de cocer.
Pelamos
los ajos y los picamos o con este aparatito los trituramos.
En una sartén con una cucharada de aceite freímos el ajo y, rápidamente antes de que coja color ponemos los langostinos. Los dejamos un minuto por cada lado y reservamos.
A
los langostinos es conveniente quitarle la tripa negra: con un cuchillo hacemos
un corte superficial a lo largo y la quitamos con facilidad.
En
la misma sartén, si es necesario ponemos un poquito más de aceite, añadimos el
tomate rallado o medio bote de tomate natural triturado y el pimentón;
cocinamos durante unos minutos hasta que se evapore el agua del tomate.
Agregamos
el brócoli y medio vaso del caldo; dejamos cocer despacio para que termine de
cocinarse el brócoli.
Ponemos
los langostinos y dejamos unos segundos, solo para que se calienten.
Servimos.
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