Hoy una receta de esas que te dejan satisfecha, lo
tiene todo: es muy fácil y rápida de hacer, es muy sana, ligera, equilibrada y
nutritiva, quedan muy vistosas y, como últimamente la merluza no está muy cara,
es asequible.
¿Quién da más?
Necesitamos:
Patatas, una grande por persona o dos más pequeñas.
Merluza, en rodajas, un poco gruesas ¿cuántas por
persona? depende, dos si son grandes o más si son, como en mi caso, de la parte
de la cola. Unos 200 g está bien por ración.
Un trozo de cebolla, una hoja de laurel, unos dientes
de ajo y pimentón. Y como siempre sal y aceite de oliva virgen extra.
Pelamos las patatas y las partimos en trozos
grandes, o las dejamos enteras si son pequeñas.
Ponemos una pota con agua fría, sal, laurel, cebolla
y las patatas; lo ponemos a hervir y cuando pasan diez o doce minutos
controlamos las patatas, pinchándolas con la punta de un cuchillo.
El punto de
cocción de las patatas es para mí lo más difícil de este plato: tienen que
estar blandas pero no deshacerse (el tipo de patata que elijamos influye mucho,
hay que buscar el adecuado para cocer.)
Cuando las patatas empiezan a estar blandas ponemos
el pescado y dejamos cocer unos minutos más, no mucho, el pescado se hace
enseguida, unos 4 ó 5 es suficiente. Apagamos y dejamos reposar unos minutos.
Mientras pelamos los ajos, los ponemos a freír con
un poco de aceite; cuando empiezan a coger color apartamos la sartén del calor,
ponemos el pimentón y freímos. Sacamos un poco de caldo de cocer las patatas y
la merluza, lo colamos y añadimos a la sartén.
Si no queréis mucha salsa no es necesario añadir el
caldo, dejáis solo el aceite. A mí me gusta con un poco más de salsa para untar
bien las patatas.
Vamos a emplatar: ponemos en el fondo unos trozos de
patata, encima la merluza y regamos con la salsa. Listo.
Todo este proceso no nos lleva más de 25 ó 30
minutos y tenemos un plato diez.
¡Y listo!
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