Un entrante ligero para una
comida especial. Esta receta nos puede servir para improvisar un plato ya que
se hace rápido y se puede elaborar con conservas. El pimiento asado se puede
sustituir por pimiento del piquillo.
Necesitamos:
3 espárragos, por persona.
Harina y huevo, para rebozar.
Para la salsa:
Cebolla.
Pimiento rojo asado, puede ser en conserva.
Un chorrito de tomate frito (opcional).
Una cucharada de harina.
Nata líquida para cocinar.
Sal y aceite de oliva.
Empezamos haciendo la salsa: colocamos una sartén al fuego con un chorrito de aceite y pochamos la
cebolla; cuando se ponga transparente
añadimos el pimiento rojo asado*, partido en trocitos. Lo rehogamos,
añadimos una pizca de sal, una cucharada de harina, un poco de agua y un
chorrito de nata, lo dejamos cocer unos minutos.
Trituramos y
pasamos por un colador si queremos la salsa más fina, yo no lo hice porque me gusta
más una textura un poco irregular. Conviene dejar la salsa bastante líquida ya
que al enfriar espesará más.
Después de
triturar conviene hacerla hervir durante 1 minuto, dándole vueltas para que
pierda el aire y recupere el color.
Rebozamos, los
espárragos con harina y huevo, los freímos y reservamos.
Disponemos en cada
plato un poco de salsa. Encima colocamos 3 espárragos.
*Asar los
pimientos es muy sencillo: los lavamos bien, los untamos con un poco de aceite
de oliva y los metemos en el horno a 180º hasta que estén bien asados. Los sacamos
y los pelamos en caliente con cuidado de no quemarnos. En esta época del año no
están en temporada por lo que os recomiendo usar en conserva, pero sí de todas
formas tenéis que encender el horno podéis aprovechar para asarlos.
¡Y listo!
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