Después de tantas fiestas,
tantas comidas especiales, tanto brindis y tanto de todo, creo que vamos
necesitando algo un poco más ligero pero no menos sabroso.
Necesitamos:
1 coliflor.
1 cebolla mediana.
½ cucharada de harina.
½ vaso de vino blanco.
Curry, al gusto.
4 lonchas de beicon (o panceta, jamón...)
Aceite de oliva virgen extra y sal.
Empezamos poniendo agua a
hervir con sal; partimos la coliflor en ramitos más o menos del mismo tamaño
para que se cuezan al mismo tiempo. Pinchamos con una brocheta el tallo de uno
para comprobar que están blandos sin deshacerse.
Escurrimos y reservamos.
Mientras en una sartén
ponemos 2 ó 3 cucharadas de aceite y vamos pochando la cebolla. Cuando esté
transparente añadimos la harina y el curry (la cantidad a vuestro gusto, yo
puse como ½ cucharilla de postre) damos vueltas para sofreír; ponemos el vino
blanco; dejamos que se evapore e incorporamos la coliflor y un pocillo de agua
para que la salsa no nos quede demasiado espesa.
En otra sartén hacemos el
beicon partido a trocitos hasta que esté tostado a vuestro gusto. Sí ponéis
panceta no es necesario que pongáis aceite porque ella ya suelta, si es jamón o
beicon hay que poner una pequeña cantidad.
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