Solomillo de cerdo, unos
130 g por persona.
2 dientes de ajo.
1 cebolla mediana.
300 g de champiñones.
½ vaso de vino blanco.
1 cucharilla de harina.
½ cucharilla de pimentón
dulce (opcional).
Sal, pimienta negra,
perejil y aceite de oliva virgen extra.
Empezamos
partiendo el solomillo en tacos de 3 ò 4 centímetros de grosor.
Ponemos en una sartén
amplia 3 ó 4 cucharadas de aceite y sellamos los medallones de
solomillo adobados con sal y pimienta negra.
Cuando están dorados los
sacamos para un plato y reservamos.
En la misma sartén, sin
limpiarlas freímos los dientes de ajo laminados y la
cebolla picada menuda. Cuando está blanda, sin llegar a dorarse
agregamos los champiñones* bien limpios y partidos en trozos regulares. Seguimos sofriendo durante unos minutos y vemos
que los champiñones pierden volumen y están más blanditos, es el momento de
añadir la harina, dar unas vueltas y dejar que se cocine.
Si vais a poner el
pimentón hacerlo en este momento.
Subimos el calor y ponemos
el
vino blanco, dejamos evaporar y volvemos a poner la carne con todos los
jugos que haya soltado en el plato. Ponemos un poco de agua, tapamos y dejamos
cocer despacio unos cinco minutos.
Espolvorear un poco de perejil
picado.
*Me gustaría recordaros
que los champiñones no se deben mojar para limpiarlos sino que hay que
hacerlo con un paño o con papel de cocina.
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