¡Un platazo! Hoy una
receta que me ha dejado totalmente satisfecha. Andaba yo buscando recetas con
garbanzos, que es mi legumbre favorita, y me acordé de las alubias con shiitake
que he hecho en varias ocasiones.
Pensé que si con alubias
es un plato muy sabroso con garbanzos tenía que estar incluso mejor. Y no me
equivoqué.
Usé setas ecológicas de kilómetro “casi
cero”, del bosque de Cabranes.
Además si utilizáis garbanzos
en conserva, ya cocidos en menos de 30 minutos lo tenéis terminado.
Necesitamos:
Garbanzos cocidos, unos
100 gramos por ración.
Setas shitake, 120 g por
ración.
1 cebolla mediana.
Sal y pimienta negra.
Aceite de oliva virgen
extra.
Además: 1 puerro y 2 zanahorias,
si como yo cocéis los garbanzos en casa.
Empezamos poniendo
los garbanzos a remojo la noche anterior, en agua templada.
Por la mañana ponemos en
una pota agua con el puerro y las zanahorias, cuando hierva echamos
los garbanzos escurridos del agua del remojo. Dejamos cocer hasta que estén
tiernos.
Si utilizamos garbanzos de
bote nos saltamos todo este proceso. Yo como nunca los probé no puedo opinar
sobre su calidad.
En una sartén ponemos tres
cucharadas de aceite y sofreímos, a fuego lento la cebolla picada menuda.
Cuando empieza a ablandar añadimos las setas partidas en trozos
medianos, no muy pequeños que luego menguan. Tenemos que limpiarlas sin
mojarlas, quitar toda la tierra que tengan.
Ponemos sal y
pimienta negra y dejamos que se vayan cocinando, dando vueltas de vez
en cuando, durante unos 10 minutos aunque el tiempo depende del tamaño de los
trozos. Si veis que al principio necesitan un poco de líquido ponéis dos o tres
cucharadas del caldo de los garbanzos.
Agregamos los garbanzos cocidos escurridos, damos unas vueltas y
ponemos un poco del caldo de cocerlos, que no llegue a cubrirlos.
Dejamos cocer lentamente
para que todo se integre bien y se evapore el caldo durante unos cinco minutos
más.
Un poco de perejil
picadito por encima les vendría bien ¡yo no tenía!
Servimos.
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