Hay pocos, muy pocos alimentos que yo sea incapaz de comer;
afortunadamente tengo un paladar y un estómago muy agradecidos, pero una de las
pocas cosas con las que no puedo es la morcilla.
Así que lo único que no me gusta de este plato es el nombre; incluso
pensé en cambiárselo, jajaja.
Es un plato típico de Murcia, de verano cuando las berenjenas
están en su momento; ideal para el aperitivo y para una cena de picoteo.
Esta es mi versión: lo hice con berenjenas asadas aunque lo tradicional
es cocerla picadas en trozos; también modifique un poco las proporciones de cebolla
y berenjena que debe ser la misma cantidad; así todo el resultado es
espectacular.
Necesitamos:
Berenjenas asadas, sin piel, 200 gramos.
Cebollas, 150gramos.
Piñones, 25gramos.
Aceite de oliva virgen extra y sal.
Empezamos tostando los piñones, sin nada de aceite, en la
sartén donde vamos a hacer la receta; hay que estar con mucho cuidado ya que se
queman fácilmente. Los reservamos.
Ponemos dos cucharadas de aceite y pochamos lentamente la
cebolla y una pizca de sal.
Cuando empieza a estar transparente añadimos la berenjena
asada y picada menuda; mezclamos y dejamos unos minutos que se cocine todo junto
dándole vueltas de vez en cuando.
Ponemos los piñones en el último momento para que sigan
crujientes no se reblandezcan.
Servimos con pan tostado.
¿Comemos?
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