domingo, 11 de septiembre de 2022

Crema de remolacha, zanahoria y manzana.


 

Un auténtico festival de vitaminas, minerales, fibra, color y sabor.


Un pequeño bol de esta crema templada, que ya empieza a refresca, a la hora de la cena te reconcilia con el mundo.


Es muy barata, fácil y rápida de hacer y se puede terminar con frutos secos, yogur, huevo cocido, jamón picado…a gusto de cada uno.




Necesitamos:


2 remolachas.

1 manzana, mejor de una variedad ácida.

2 zanahorias.

1 patata pequeña.

Sal y aceite de oliva virgen extra.


Empezamos lavando muy bien las remolachas y poniéndolas a cocer; ya cocí varias, para otras preparaciones y las más pequeñas tardaron 20 minutos y las demás 30 aproximadamente.


Dejamos templar y las pelamos.


También podemos comprarlas ya cocidas y envasadas al vacío. Esto acorta mucho el tiempo de cocinado.


Ponemos las zanahorias y la patata, peladas y picadas a cocer en agua con sal.


A los 10 minutos añadimos la manzana, también pelada y picada y las remolachas; dejamos cocer hasta que todo está tierno, unos cinco minutos más y trituramos.


Probamos y rectificamos de sal.


Servimos con el acompañamiento que más nos guste y un chorrito de aceite crudo.


Un montoncito de pipas de girasol y calabaza tostadas o una cucharilla de yogur en el centro y con un palillo hacéis “los rayitos”.


También se podría añadir nata a la crema que le aporta una textura más untuosa y más espesor. Esto tendríamos que hacerlo después de triturar y dejar hervir un minuto.



¿Comemos?

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