Una receta que, dentro de
su sencillez, es de lujo. La mezcla de sabores está muy conseguida: el sabor
suave de la berenjena con el ácido del tomate, el potente del queso Cabrales y el toque de los piñones.
Para acompañar un plato de
carne o como entrante.
Las huertas asturianas
están ahora en su mejor momento, las matas de berenjena, de calabacín, de
tomates produciendo sin parar ¡un
placer!
Esta receta está inspirada
de una de Jamie Oliver y hecha a mi manera.
Necesitamos:
Berenjenas.
Tomates cherris.
Queso Cabrales (u otro
queso azul que os guste).
Piñones.
Aceite de oliva virgen
extra y sal.
Empezamos lavando las
berenjenas y pariéndolas en rodajas de 1,5 centímetros de grosor, más o menos.
Las ponemos en una fuente
de horno y, con una brocha las untamos ligeramente con aceite. Salamos.
Las asamos a 160/170º
hasta que estén tiernas.
Ponemos los tomates y lo
dejamos en el horno unos minutos más, los tomates se hacen enseguida.
Sacamos la fuente y
ponemos sobre las rodajas un trocito de queso y unos piñones.
Volvemos a meter en el
horno, solo con calor arriba, para que se deshaga el queso y se tuesten los
piñones.
Servimos con un chorro de
aceite crudo.
¿Comemos?
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