Esta receta es de un pan típico de Andalucía, en concreto de Granada.
Para hacerlo he seguido la receta de Ibán Yarza del libro “100 recetas de pan de pueblo”.
Así que, esta vez, me limitaré a copiar los pasos tal como él lo explica.
Necesitamos:
Masa madre:
100 gramos de harina panificable (W130).
60 gramos de agua.
0,2 gramos de levadura fresca (tamaño de una lenteja).
Masa final:
160 gramos de masa madre.
450 gramos de harina panificable (W130).
270-280 gramos de agua.
10 gramos de sal.
Además necesitamos: aceite de oliva virgen extra y sal.
Empezamos preparando la masa madre la noche anterior y la dejamos fermentar 12 horas a una temperatura entre 20º y 25º.
Al día siguiente mezclamos todos los ingredientes. La dejamos descansar unos 15 minutos en un bol tapado.
Amasamos unos 5 minutos y la dejamos fermentar entre dos horas y media y tres horas.
Dividimos la masa en partes iguales y las boleamos suavemente. Dejamos fermentar 30 minutos.
Estiramos las bolas hasta formar discos de unos 20 centímetros de diámetro. Los tapamos con una tela y nuevamente los dejamos entre una hora y hora y media.
Ponemos a calentar el horno a 250º, calor arriba y abajo.
Extendemos una fina capa de aceite sobre cada torta, marcamos suavemente con las yemas de los dedos y espolvoreamos sal gruesa.
Metemos el pan en el horno y bajamos a 240º. Los cocemos entre 15/18 minutos hasta que tengan un color dorado.
Dejamos enfriar en una rejilla.
¡Y listo, a disfrutar!
Os dejo un enlace de un pan de aceite dulce que se hace en León (y seguramente en otros sitios) que es fantástico para desayunar.
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