Para un aperitivo, para unas tostas, para la merienda de los
niños (o mayores), para una cena de picoteo, para lo que queráis.
Se hace en un momento, con pocos ingredientes, está muy rico,
es nutritivo y sano ¡qué más se puede pedir!
Único requisito, en mi opinión, es usar una buena conserva,
en aceite de oliva y sardinillas pequeñas para que no se note la espina.
El toque de los encurtidos creo que le va muy bien pero también
con un poco de cebolleta picadita o aceitunas verdes.
Necesitamos:
1 lata de sardinillas en aceite.
50 gramos de queso crema.
Pepinillos y alcaparras en vinagre.
Sal.
Es tan fácil como poner las sardinillas en un bol, sin el
aceite de la conserva.
Con un tenedor las machacamos.
Partimos muy menudos los pepinillos y las alcaparras ¿la
cantidad? a vuestro gusto.
Ponemos el queso crema y el picado de encurtidos con las
sardinas y mezclamos hasta conseguir una mezcla homogénea.
Añadimos una cucharada del aceite de la lata, unas piedras de
sal gorda y adornamos con unas alcaparras.
Servimos con pan tostado, si es para el aperitivo y…copita de
vino blanco o cerveza.
¿Comemos?
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