Un postre fresco y saludable. Se hace con antelación para que
se cuaje bien.
Si lo hacéis individual necesita menos tiempo pero se puede hacer
en un molde y partir.
Si lo hacéis con nata y con yogur griego, serán más calorías, más grasa pero quedará igualmente muy rico.
Yo lo hice con leche evaporada y con yogur natural casero dejé escurrir
sobre con colador para que perdiera el suero.
Necesitamos para cuatro:
160 gramos de arándanos.
50 gramos de azúcar.
200 ml de leche evaporada.
1 yogur natural.
2 hojas de gelatina.
Empezamos poniendo la gelatina en agua fría para que se
hidrate.
Lavamos los arándanos y, con la humedad que tienen de
lavarlos, les añadimos el azúcar.
Los ponemos a fuego suave para que el azúcar se derrita y los
arándanos ablanden. Se formará un jarabe de un precioso color morado, algunos arándanos se desharán y otros quedarán enteros.
Agregamos la leche evaporada y cuando empiece a hervir
apartamos del calor y añadimos las hojas de gelatina bien escurridas; se
desharán al momento.
Dejamos templar unos cinco minutos y agregamos el yogur.
Revolvemos para homogeneizar la mezcla y lo pasamos a los recipientes en que
vayamos a servirlo.
En cuanto esté frío lo dejamos en la nevera como mínimo unas
dos horas aunque también pode ser para el día siguiente.
Con estas cantidades salen cuatro raciones “justas” si sois golosos
¡haced un poco mas, no sobrara nada!
¿Comemos?
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