Esta
receta de hoy creo de debería llamarla “la merluza del confinamiento”.
A
principios de marzo, el día 12 para ser exactos, hice una compra ¿preventiva, podríamos llamarla?, por si
acaso…y además de papel higiénico (lo confieso, fui yo) compré pescado
congelado.
Y
aquí lo tenéis, una salsa americana hecha “a mí manera”.
Necesitamos
para dos:
4
trozos de merluza.
1
cebolleta.
1
zanahoria mediana.
2
dientes de ajo.
¼
de pimiento rojo morrón.
½
vaso de vino blanco.
½
vaso de caldo de pescado.
½
vaso de salsa de tomate.
Harina.
Aceite
de oliva virgen extra.
Sal.
Empezamos pelando la cebolleta, la zanahoria, el
pimiento y los dientes de ajo; lo picamos todo y lo ponemos en una
cazuela baja y amplia, donde quepan las tajadas de merluza sin amontonarse, a
rehogar con dos cucharadas de aceite y sal.
Pasados
8/10 minutos añadimos una cucharada de harina y la freímos un poco; ponemos
el vino
blanco y dejamos hervir un minuto.
Agregamos
la salsa de tomate y el caldo de pescado; dejamos cocer a fuego suave
durante unos 10 minutos. Pasamos por la batidora y volvemos a poner en la
cazuela.
Salamos
el
pescado, lo pasamos por harina y lo hacemos, con una cucharada de
aceite en la plancha o en una sartén, un minuto por cada lado.
Lo
ponemos en la cazuela con la salsa y lo dejamos hervir 4 ó 5 minutos más.
¡Y
listo, a disfrutar!
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