El estofado es una técnica de cocción en que los alimentos se hacen en sus propios jugos sin añadir nada de líquido, agua o caldo; por eso es muy importante cocinar a fuego medio, no destapar la cazuela más que lo imprescindible y procurando, cuando tengamos que hacerlo, que todo el vapor de la tapa caiga dentro.
Yo utilice estas hortalizas pero con judías verdes, coliflor, calabaza, batata, champiñones… también se puede hacer; solamente hay que tener en cuenta los distintos tiempo de cocción que necesitan para ir añadiéndolo sucesivamente.
Esta vez lo acompañé con bacalao fresco a la plancha para hacer plato único; como sobraron verduras las aproveché con huevo frito para la cena ¡no se tira ná!
La cúrcuma es optativa y se puede
cambiar por una pizca de pimentón.
Necesitamos para dos:
Bacalao fresco. Unas tajadas de unos 200 gramos aproximadamente.
2 patatas medianas.
1 calabacín mediano.
2 zanahorias medianas.
1 cebolla mediana.
1 tomate maduro.
Unos ramitos de brócoli.
1 hoja de laurel seca.
Sal y aceite de oliva virgen extra.
Pimienta negra y ½ cucharilla de cúrcuma.
Empezamos pelando y partiendo las distintas hortalizas. Las patatas y la cebolla las partimos en gajo grandes; las zanahorias en bastones; el calabacín lo despuntamos y en tres trozos, después al medio, a lo largo y en tres, que queden trozo más bien grandes; el tomate en seis u ocho trozos; el brócoli en ramitos, estos no muy grandes. Creo que en la foto podéis verlo mejor.
En una cazuela amplia ponemos tres cucharadas de aceite, las patatas, las zanahorias, la cebolla y el laurel con sal, pimienta y cúrcuma; freímos durante un par de minutos, tapamos y lo dejamos cinco minutos más a fuego lento. La cebolla empezará a soltar el agua y con el vapor se irá cocinando.
Añadimos el brócoli y el tomate, destapando la cazuela el menor tiempo posible y dejando que el vapor de la tapa caiga dentro. Dejamos cocer otros diez minutos más y ponemos el calabacín que tarda muy poco en hacerse, además queda mejor con la piel un poco crujiente no sobre-cocido
Comprobamos que las verduras estén tiernas, pinchándolas con una puntilla.
Ponemos los trozos de bacalao en una sartén con una cucharada de aceite y los hacemos a la plancha, dependiendo del grosor pero unos tres minutos por cada lado; los ponemos en la cazuela con las verduras; tapamos y dejamos reposar cinco minutos todo junto antes de servir.
Si no queréis hacerlo a la plancha cuando las verduras prácticamente estén hechas ponéis dentro de la cazuela el bacalao y lo dejáis cuatro o cinco minutos más a fuego suave; dejamos igualmente reposar y servimos.
¿Comemos o qué?
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