Hoy cocinamos unos rollitos de pollo en dos versiones, con y
sin panceta. De las dos formas están muy ricos.
Los ingredientes, ya veis, sencillos, pechuga de pollo, calabacín
y poco más.
La preparación tampoco es complicada; envolver los filetes,
sujetar con un palillo y al horno.
Una salsa para acompañar ¡y listo!
Necesitamos:
Filetes de pechuga de pollo finos.
1 Calabacín.
Panceta, tantas lonchas como rollos queramos hacer.
Para la salsa:
½ cebolla, ½ pimiento rojo, calabacín y 1 cucharadita de cúrcuma; ¼ de vaso de vino blanco.
Sal, pimienta y aceite de oliva virgen extra.
Empezamos partiendo con la mandolina el calabacín en tiras;
podemos pelarlo o dejar la piel si es de cultivo ecológico.
Seleccionamos las mejores lonchas para hacer los rollitos y
lo demás lo usaremos para hacer la salsa.
En una plancha o en una sartén hacemos ligeramente el
calabacín, untado con aceite, con una brocha, solamente lo necesario para que
sea manejable y nos permita enrollarlo.
Partimos los filetes de pollo más o menos del ancho del
calabacín.
Ponemos el calabacín, encima el pollo, con sal y pimienta, y
enroscamos. Ponemos alrededor la panceta y sujetamos con un palillo.
En una fuente de horno untada con una cucharada de aceite
horneamos los rollos unos 10/12 minutos a 180º.
Aprovechamos para hacer la salsa: en un cazo ponemos una cucharada
de aceite, la cebolla, los restos del calabacín y el pimiento picados y
sofreímos hasta que empiece a ablandar.
Ponemos el vino blanco y dejamos evaporar.
Añadimos unas cucharadas de agua o caldo y cocemos unos cinco
minutos. Trituramos. En este momento será una salsa muy espesa, como un puré.
Volvemos a poner la salsa en el cazo y cuando saquemos los
rollitos del horno agregamos todo el jugo que hayan soltado.
Damos unas vueltas para homogeneizar y la calentamos.
Servimos los rollitos con la salsa bien caliente.
¿Comemos?
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