A veces es difícil poner color a la vida así que al menos vamos a ponérselo a la ensalada ¡y cuanto más mejor!
Cada ingrediente aporta unos nutrientes, un sabor, una textura y el color nos dice mucho de lo que nos tomamos.
Necesitamos:
Coliflor, tomates, melocotón y cecina de León.
Aliño: aceite de oliva virgen extra, sal, vinagre y 1 cucharilla de miel.
Aunque creo que no necesita mucha explicación os cuento como lo hice.
Empezamos cociendo los ramilletes de coliflor en agua hirviendo con sal; que nos queden cocidos pero firmes.
Escurrimos, dejamos enfriar y reservamos hasta el momento de montar la ensalada.
Mondamos (hacía años que no oía la palabra “mondar”) el melocotón maduro y lo partimos en gajos.
Cortamos el tomate. Podemos pelarlo, pero esté tenía la piel muy fina y no hizo falta.
Mezclamos en un tarro los ingredientes del aliño y agitamos hasta mezclar perfectamente.
Montamos la ensalada colocando los ingredientes a nuestro gusto.
Yo en el centro puse la cecina partida en lonchas muy finas.
Aliñamos con la vinagreta y a la cecina le ponemos un chorrito de aceite.
¿Comemos?
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