viernes, 30 de marzo de 2018

Torrijas de anís, a la plancha.




Las torrijas son un postre tradicional hecho con unas materias primas muy humilde: pan, leche, huevo y azúcar, básicamente.

Es una de esas recetas que ponen de manifiesto la creatividad de tantas mujeres que sin tener muchos recursos conseguían hacer platos de fiesta para su familia, sabrosos y nutritivos.

En la actualidad hay muchas recetas de torrijas con innovaciones, cambios de ingredientes, panes especiales, presentaciones variadas…todas seguramente muy sabrosas.

En esta ocasión yo he intentado hacer unas torrijas ligeras, dentro de lo posible. He quitado casi todo el azúcar y no las he frito, son a la plancha.





Necesitamos:
Pan. Yo he usado pan integral, un poco duro, como de dos o tres días.
Leche.
Huevo.
Una copita de anís.
1 cucharada de aceite de oliva.
1 cucharada de panela.
1 cáscara de naranja y otra de limón, si puede ser de fruta ecológica.

Empezamos calentando la leche con la cáscara de naranja y limón; cuando comience a hervir apagamos y dejamos enfriar. Agregamos el anís.

Partimos el pan en rebanadas gruesas como de dos centímetros. Las colocamos, sin superponerlas, en una fuente. Añadimos la leche, colada, y dejamos que el pan se empape bien.

Batimos los huevos. 

Ponemos a calentar la plancha con una cucharada de aceite.

Con mucho cuidado para que no nos rompan pasamos las rebanadas de pan empapado en leche y anís, por el huevo batido y las vamos poniendo en la plancha.
Cuando están doradas espolvoreamos con la panela y dejamos que se caramelice y cojan un bonito color.

Ya veis que apenas tienen azúcar sin embargo su sabor es espectacular, con un ligero gusto a anís; están blandas y jugosas por dentro, caramelizadas por fuera.





        Y listo ¿comemos o qué?




jueves, 29 de marzo de 2018

Congrio al ajoarriero (al estilo de León).







“La cocina española está llena de ajos y de preocupaciones religiosas”.

La frase, por supuesto, no es mía pero creo que encaja perfectamente en esta receta y en estas fechas.

Esta receta de congrio es muy típica de León en Semana Santa.

Es una preparación sencilla y rápida de hacer, con sabores potentes, pimentón, laurel, ajo, vinagre…y congrio; una sabrosa receta tradicional.

Necesitamos unas rodajas de congrio de la parte abierta; no nos sirve la cola ya que tiene muchas, muchas espinas. Si compramos el congrio entero, la cola se puede usar para hacer caldo de pescado para otra preparación.


Necesitamos por persona:
2 rodajas de congrio abierto.
1 patata mediana o grande.
Aceite de oliva virgen.
Vinagre, una cucharada.
1 hoja de laurel.
2 ó 3 dientes de ajo.
1 cucharadita de pimentón.
1 guindilla (opcional).

Empezamos pelando las patatas y poniéndolas a cocer, enteras, en agua fría con sal y la hoja de laurel.

A media cocción, dependiendo del tamaño más o menos tiempo, pero aproximadamente a unos 14/15 minutos, agregamos el pescado y seguimos cociendo, despacio, hasta que las patatas estén tiernas, como mucho unos 5 minutos porque no conviene pasar el pescado de punto.

Mientras pelamos los ajos y los laminamos.

Ponemos abundante aceite en una sartén y freímos los ajos (si vamos a poner la guindilla lo hacemos ahora). En cuanto empiecen a dorarse retiramos la sartén del calor y añadimos el pimentón para que se fría sin quemarse y el vinagre. Agregamos un cucharón del caldo de cocer las patatas y el pescado. Damos una vuelta a la mezcla.

Ponemos las patatas y el congrio en el plato, regamos con el ajoarriero y servimos inmediatamente.

Si no lo vamos a comer en el momento ponemos todo en la sartén donde hemos hecho el ajoarriero y después calentamos despacio.


                                           ¡Y listo!


lunes, 19 de marzo de 2018

Conejo en salsa de curry.




La carne de conejo es una carne blanca con poca grasa, recomendada para las dietas bajas en colesterol y/o de adelgazamiento.

Os dejo un enlace por si estáis interesados en tener más información. Vamos con la receta.





Necesitamos:
1 conejo, partido.
3 o 4 dientes de ajo.
1 cebolla.
½ pimiento rojo y ½ pimiento verde.
2 zanahorias.
½ vaso de vino blanco.
Sal y pimienta negra.
½ cucharadita de curry.
3 o 4 cucharadas de aceite de oliva virgen.


Empezamos adobando las tajadas de carne con pimienta y sal.

Ponemos en una cazuela baja y amplia el aceite y freímos la carne, hasta que esté bien dorada. Sacamos las tajadas para un plato.

Picamos todas las verduras: los dientes de ajo, la cebolla, los pimientos y las zanahorias.

Cuando el conejo está dorado, en la misma cazuela añadimos las verduras; primero los ajos y cuando empiezan a coger color añadimos la cebolla, los pimientos y la zanahoria. Ponemos sal y dejamos que, despacio se vaya sofriendo.

Volvemos a poner la carne en la cazuela, subimos el fuego y agregamos el vino blanco; dejamos 2 o 3 minutos para que evapore el alcohol y añadimos ½ vaso de agua y el curry.

Tapamos y dejamos cocer despacio durante unos 45 minutos; a media cocción damos vuelta a las tajadas.

Cuando está bien tierno apagamos y dejamos reposar unos minutos antes de servir.


 

                                       ¡Y listo!