viernes, 31 de mayo de 2019

Tosta de pan bregado con berenjena, queso y pimiento.



Una tosta es siempre, y más con buen tiempo, una idea estupenda para una cena informal.
Admiten  multitud de ingredientes, elegidos y combinados a gusto del comensal.
Además se puede tener casi todo adelantado, montarla en el último momento y tener una cena completa en muy poco tiempo.
En este caso se puede tener la berenjena preparada, que es lo que lleva algo de tiempo y lo demás será coser y cantar.
Necesitamos:
2 berenjenas asadas.
6 dientes de ajo asados.
Pimienta negra y orégano.
Un chorrito de zumo de limón.
Una bola de queso mozzarella.
4 pimientos del piquillo, en conserva.
Aceite de oliva virgen extra y sal gruesa.

Unas tostas de pan, en este caso de hogaza de pan bregado.
Empezamos asando las berenjenas y los ajos.
Las lavamos bien, quitamos el rabo y las partimos longitudinalmente; hacemos, con la punta del cuchillo unas incisiones, ponemos sal y un poco de aceite y horneamos a 170º hasta que estén asadas, unos 30 minutos.
A la vez metemos en el horno una cabeza de ajos sin pelar.
Dejamos que enfríen lo suficiente para no quemarnos, las pelamos y sacamos toda la pulpa; la picamos a cuchillo hasta dejarla como una pasta.
Ponemos toda la carne de las berenjenas en una sartén con una cucharada de aceite y sal, a fuego suave para que se seque un poco.
Sacamos a un bol y agregamos los ajos asados machacados, el zumo de limón, la pimienta, orégano seco y aceite de oliva virgen extra.
Probamos y añadimos lo que necesite para que quede a nuestro gusto.
Vamos a montar la tosta:
Podemos tostar un poco el pan  o dejarlo tal cual. Encima una buena capa de berenjena; cubrimos con la mozzarella cortada en lonchas y tiras de pimiento del piquillo.
Ponemos uno poco de aceite de oliva y una piedritas de sal (que no están en la foto, por despiste, jajaja).


                                             ¡Y listo!

martes, 7 de mayo de 2019

Tosta con “paté” de alubias pintas y avellanas.


Hoy os propongo una receta vegana, súper completa: con un buen pan, una legumbre (alubias pintas), frutos secos (avellanas), verduras (zanahoria, espárragos verdes, ajo), aceite de oliva virgen extra y sal.
Una tosta perfecta para la cena (aunque yo me la hice para comer, jajaja).

¡Dadle una oportunidad, os gustará!


Necesitamos para el falso paté :
150 g de alubias pintas.
Un puñado de avellanas cascadas y tostadas (se puede poner almendras).
½ diente de ajo.
Sal.
Necesitamos para la tosta:
Una rebanada de pan.
2/3 espárragos verdes.
½ zanahoria.
Empezamos haciendo el paté: la noche anterior ponemos las alubias a remojo en agua fría, bien cubiertas. Por la mañana las ponemos a cocer hasta que estén tiernas; el tiempo dependerá de la calidad de la legumbre.
Las ponemos, escurridas, en la batidora y trituramos junto con ½ diente de ajo. Os aconsejo poner menos y probar ya que el ajo crudo aporta mucho sabor.
Mientras se cocinan las alubias trituramos las avellanas hasta dejarlas en harina, aunque si no os importa encontrar trocitos podéis triturar menos.
Mezclamos el puré de alubias con la harina de avellana, probamos de sal y reservamos.

Se puede tener hecho y conservarlo en la nevera durante unos días sin problema; con el reposo se volverá más espeso, más consistente.
Para hacer la tosta: lo primero será preparar los espárragos. Quitamos la parta final, la más dura y los partimos; en una sartén ponemos 1 cucharada de aceite, ponemos los trozos de espárrago y sal, salteamos durante tres o cuatro minutos; añadimos dos cucharadas de agua y cocinamos hasta que estén tiernos pero que conserven el crujiente.
Pelamos la zanahoria y sacamos tiras con el pelador; en otra cucharada de aceite freímos durante 1 minuto las tiras, lo justo para que ablanden un poco.
Montamos la tosta:
Tostamos un poco la rebanada de pan; ponemos una buena capa del paté y encima los espárragos y la zanahoria.

                                            ¡Y listo!

viernes, 3 de mayo de 2019

Caserecci a la boscaiola.



Creo que hay poca gente a la que no le guste la pasta: hay tantos tipos, hay tantas salsas que parece difícil no encontrar una receta que nos guste.


A mí ésta me ha enamorado; tiene muchos de los ingredientes que me encantan, aceitunas negras, tomate, panceta, champiñones…¡un lujo!




Necesitamos para dos:
160/180g de pasta; en este caso caserecci.
250 g de champiñones; yo usé Portobelo, pero podéis usar cualquier tipo de seta que os guste, cocinándolas de forma adecuada.
50 g de panceta.
150 g de tomates pera pequeños.
30 g de aceitunas negras sin hueso.
1 cebolla mediana.
2 dientes de ajo.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal, pimienta negra y perejil.

Empezamos preparando todos los ingredientes: limpiamos los champiñones y los cortamos en láminas o en trocitos. Partimos la panceta; lavamos los tomates y los partimos al medio; cortamos las aceitunas.

En una sartén, sin nada de aceite freímos la panceta; cuando esté dorada la apartamos y reservamos.

En otra sartén con dos cucharadas de aceite freímos el ajo y la cebolla durante unos minutos; cuando empieza a ponerse transparente agregamos los champiñones y lo cocinamos todo junto durante unos cinco minutos.

Añadimos la panceta, los tomates y las aceitunas; seguimos cocinando a calor suave durante unos minutos hasta que los tomates estén blandos.

Mientras se cocina cocemos la pasta y, una vez escurrida la agregamos a la sartén donde tenemos la salsa; ponemos un poco de pimienta y el perejil picadito.


                                            ¡Y listo!
Fuente: Blog “Las salsa de la vida”.

miércoles, 1 de mayo de 2019

Empanada berciana*.





La primera vez que oí hablar de esta empanada me pareció muy original pero, debo confesar, poco atractiva. ¿Empanada con patata, con acelga…? A pesar de todo despertó mi curiosidad así que la dejé ahí, en ese lugar de la memoria que de vez en cuando te devuelve las ideas aparcadas.

Ahora, una vez hecha y degustada tengo que decir que no podía estar más equivocada en mis recelos: es exquisita.

Yo he hecho un pequeño cambio en un ingrediente; cambié las acelgas por espinacas, simplemente porque la huerta de Celia y Carlos tiene excedentes de espinaca y hay que aprovecharlos.

Necesitamos para el pan de la empanada:
350 g de harina de fuerza.
120 g de agua, ligeramente templada.
80 g de aceite de girasol.
40 g de vino blanco.
10 g de sal.
 15 g de levadura fresca de panadería.
Necesitamos para el relleno:
200 g de espinacas (o acelgas).
1 cebolla mediana.
1 patata mediana.
200 g de picadillo de chorizo.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal.

Empezamos haciendo la masa; preparamos todos los ingredientes y los pesamos.

Mezclamos el agua templada, el aceite y el vino blanco; añadimos la levadura y la diluimos; vamos poniendo cucharadas de harina y mezclando bien; yo aconsejo no poner toda a la vez ya que todas las harinas no absorben igual cantidad de líquido y puede sobrarnos algo o, por el contrario, necesitar algo más.

Agregamos la sal mezclada con la harina evitando que entre en contacto directo con la levadura.

Amasamos bien, hacemos una bola y dejamos reposar para que leve (yo meto el bol en el horno ¡apagado! para que no tenga corrientes de aire).

Mientras la levadura hace su trabajo vamos preparando el relleno: pelamos y picamos la cebolla y la patata, como para hacer una tortilla de patata y en una sartén con dos cucharadas de aceite dejamos que se vaya friendo muy despacio; solo necesitamos que se ablande un poco ya que después en el horno terminará de hacerse.
Ponemos a hervir agua y escaldamos las espinacas (o las acelgas) picadas para que pierdan volumen; escurrimos y reservamos.

En otra sartén, sin aceite, ponemos el picadillo de chorizo y lo cocinamos unos minutos para que pierda algo de grasa; este paso podéis omitirlo pero quedará una empanada más grasienta.

Dejamos templar todo el relleno.

Encendemos el horno a 200º.

La masa ya habrá levado, la amasamos suavemente y la dividimos en dos partes, una ligeramente mayor que la otra.

Estiramos la parte mayor y forramos el molde, fondo y laterales. Vamos poniendo el relleno bien repartido, primero la espinacas, después el sofrito de cebolla y patatas y por último el picadillo.



Tapamos con la otra mitad y cerramos bien los bordes; hacemos un agujero en el centro, la chimenea, para que salga el vapor al cocer y metemos al horno caliente hasta que esté dorada, unos 35/40 minutos.


                                           ¡Y listo!

*El Bierzo en una comarca de la provincia de León.