sábado, 30 de enero de 2021

Pizza de champiñones y bacón.



Parece que el fin de semana pide cenar pizza; con una base de pan sabroso, un poco de salsa de tomate y encima lo que más os guste; de esta forma tan sencilla conseguirás una cena estupenda.

La masa es muy sencilla de hacer pero tiene una fermentación larga, hay que hacerla con tiempo. Yo la preparo antes de comer, hacia las doce de mediodía para tomarla a la cena.


Necesitamos para la masa:

220 gramos de harina.

80 gramos de agua.

50 gramos de leche.

5/6 gramos de levadura fresca de panadería.

5 gramos de sal.

1 cucharada de aceite de oliva virgen.

Para el relleno:

Salsa de tomate, dos cucharadas más o menos.

½ cebolla.

6 lonchas de bacón.

6 u 8 champiñones.

Aceitunas negras.

Queso rallado, al gusto.

Orégano.

Empezamos preparando la masa. Mezclamos en un bol la leche y el agua, ligeramente templados y añadimos la levadura y la deshacemos; ponemos la harina con la sal, mezclamos bien y dejamos unos descansar unos 10 minutos para que la harina se hidrate bien.

Sacamos del bol; hacemos un hueco y agregamos una cucharada de aceite de oliva. Amasamos para que se integre bien. Seguimos amasando hasta conseguir una masa suave.

Volvemos a poner en el bol; tapamos con film y dejamos, por ejemplo en el horno apagado.

La masa fermentará lentamente sin que tengamos que ocuparnos de ella.

¡Ahora vamos a preparar la pizza!

Sacamos la masa y la desgasamos suavemente, estirando con cuidado, sin usar el rodillo, intentando darle forma redonda, que quede con el mismo grosor por todas partes aunque si os gusta podéis dejar un borde todo alrededor un poco más grueso.

Dejamos que repose mientras preparamos el relleno.

Picamos la cebolla en plumas finas; quitamos el borde a las lonchas de bacón y partimos en trozos; limpiamos los champiñones, sin mojarlos, y los partimos en cuatro o seis trozos; partimos las aceitunas a la mitad.

Encima de la masa ponemos dos cucharadas de salsa de tomate y, con el envés de la cuchara la estiramos dejando un borde sin untar.

Repartimos la cebolla, el bacón, los champiñones y las aceitunas; cubrimos con el queso rallado y espolvoreamos el orégano.

Calentamos el horno a 220º/230º y horneamos hasta que esté hecha aproximadamente 10/12 minutos.





Y listo ¿comemos o qué?


jueves, 28 de enero de 2021

Sopa de champiñones.

 

El champiñón aporta poca energía. Después del agua, su principal componente son los hidratos de carbono. Constituyen una buena fuente de fibra, que proporciona sensación de saciedad, mejora el tránsito intestinal y protege frente al cáncer de colon y la enfermedad cardiovascular. Su alto efecto saciante y su bajo contenido calórico convierte al champiñón en un alimento muy útil en dietas hipocalóricas.

Los champiñones aunque en baja cantidad, contienen todos los aminoácidos esenciales.

¿Después de leer esto no os apetece salir corriendo a preparar esta rica sopa de champiñones? 



Necesitamos:

250 gramos de champiñones.

½ cebolla.

1 puerro.

2 dientes de ajo.

Caldo de verduras o de pollo, medio litro aprox.

1 cucharilla de maicena.

Aceite de oliva virgen y sal.

Empezamos poniendo en una cazuela dos cucharadas de aceite; añadimos el puerro y la cebolla picados pequeños con una pizca de sal y sofreímos despacio hasta que esté bando sin llegar a dorarse.

Mientras limpiamos los champiñones, sin mojarlos, con papel de cocina; reservamos dos o tres y picamos los demás, en seis u ocho trozos dependiendo del tamaño. Los añadimos a la pota y dejamos cocinar hasta que pierdan el agua.

Agregamos el caldo caliente, reservando medio vaso. Condimentamos con sal y pimienta y dejamos hervir despacio unos 15 minutos.

Trituramos.

Pasado este tiempo diluimos en el caldo que teníamos reservado la harina de maíz y lo añadimos a la pota; dejamos hervir tres o cuatro minutos más.

En una sartén ponemos una cucharada de aceite y los dientes de ajo picaditos; antes de que se doren ponemos los champiñones que habíamos guardado y freímos hasta que estén dorados. Con estos trocitos adornamos los platos una vez servidos.

Si no queréis poner la harina de maíz podéis sustituirla por una patata mediana que, cortada en trocitos pequeños ponemos a la vez que el caldo y dejamos cocer. Después trituramos.

Servimos muy caliente con un chorrito de aceite crudo.



Y listo, ¿comemos o qué?

Os dejo otra crema de champiñones con panceta.


lunes, 25 de enero de 2021

Salsa de higos secos.


 


Una salsa fácil de hacer, pero que es necesario hacer despacio y vigilándola porque los azúcares se queman con facilidad.

Es ideal para acompañar platos de carne de cerdo o de pollo, un solomillo o una pechuga a la plancha, por ejemplo.

Yo, sin embargo, la usé para hacer unas tostas con queso fresco de oveja: tostamos el pan, ponemos una buena rodaja de queso de oveja fresco, u otro que nos guste y cubrimos con la salsa de higo templada ¡para chuparse los dedos!

 




Necesitamos:

100 gramos de higos secos.

100 gramos de cebolla.

1 cucharada rasa de azúcar moreno.

1 cucharilla de maicena.

1 nuez de mantequilla.

1 cucharada de aceite de oliva virgen.

1 chupito de coñac.

½ vaso de vino tinto.

Pimienta negra y sal.

Empezamos lavando muy bien los higos; después los dejamos en un bol con agua unos 10 minutos para que se hidraten; los escurrimos, quitamos el rabo y los partimos en seis u ocho trozos dependiendo del tamaño,

Ponemos en una pota pequeña un trocito de mantequilla y los higos y a fuego muy suave los dejamos que se cocinen cinco minutos más o menos para que ablanden sin tostarse; ponemos un poco de azúcar moreno (poco porque los higos ya tienen bastante) y un chorro de coñac; dejamos evaporar. Los reservamos aparte.

En la misma cazuela, sin limpiarla, ponemos una cucharada de aceite y la cebolla picada muy menuda con una pizca de sal y pimienta y dejamos hasta que ablande, con el calor muy bajo.

Volvemos a poner los higos, espolvoreamos una cucharilla de maicena, damos unas vueltas y agregamos el vino y la misma cantidad de agua; dejamos cocer cuatro o cinco minutos dándole vueltas de vez en cuando.

Ahora podemos triturarla o dejarla así, como más os guste. Yo la trituré pero la próxima vez partiré los higos un poquito más pequeños y la dejaré sin triturar porque después de cocinarlos quedan muy deshechos.



Y listo, ¿comemos o qué?

Esta receta la vi aquí, aunque yo la modifiqué un poco.

 

 

sábado, 23 de enero de 2021

Patatas a la riojana.


 


Una receta tradicional, en principio muy fácil y sencilla de hacer, pero en la que, sin embargo, conviene tener cuidado con algunos detalles para no hacer un “pastiche grasiento”.


Necesitamos:

Patatas; entre 200/250 gramos por ración.

Chorizo de buena calidad, mejor tierno. Yo puse unos 50 gramos por ración.

½ cebolla.

2 ó 3 dientes de ajo.

Aceite de oliva virgen y sal.

½ cucharilla de pimentón, dulce, picante o mezclado, al gusto.

1 hoja de  laurel, optativa. Yo no se la pongo porque me parece que tiene mucho sabor y resta protagonismo a otros ingredientes.

Empezamos poniendo en una cazuela un poco de aceite de oliva y hacemos un sofrito con los dientes de ajo y la cebolla picada muy menuda hasta que esté trasparente.

Pelamos el chorizo y lo partimos en rodajas; lo agregamos al sofrito y dejamos que se dore y suelte la grasa.

Añadimos las patatas cascadas, para que los bordes irregulares se deshagan y den espesor al guiso.

Espolvoreamos el pimentón con cuidado sobre las patatas y mantenemos el fuego bajo mientras revolvemos, para que no se queme y acabe amargando.

Salamos.

Cubrimos con agua fría de dejamos hervir hasta que la patata estén tierna, unos 25/30 minutos, moviendo la cazuela de vez en cuando.

Dejamos reposar unos minutos antes de servir.



¡Y listo, a disfrutar!


miércoles, 20 de enero de 2021

Copa de macedonia de invierno.


 

Un postre muy rico que, creo yo, encaja en cualquier dieta de control de peso; no tiene azúcar añadido, tiene exclusivamente el de la fruta, lleva vino pero después de haber hervido un rato no queda ni rastro de alcohol, ni de sus calorías, pero sí su sabor; además te sirve para usar esas peras que llevan viviendo en tu frutero, sin madurar, ya ni recuerdas desde cuando.



Necesitamos por persona:

1 manzana.

1 pera.

2 ó 3 orejones de albaricoque.

Uvas pasas, sin pepitas.

 

Además:

1 naranja ecológica.

1 limón ecológico.

1 palo de canela.

Vino tinto.

Agua.


Empezamos lavando y secando muy bien la naranja y el limón; rallamos la piel de ambos. Exprimimos la naranja y reservamos.

 

Pelamos la pera y la dejamos entera.

 

Pelamos la manzana, quitamos el corazón y troceamos en cuartos u octavos, dependiendo el tamaño.

 

Ponemos en una cazuela los orejones, la pera y los trozos de manzana.

 

Añadimos los líquidos: el zumo de la naranja, una cantidad similar de vino tinto y agua hasta cubrir ligeramente.

 

Agregamos el palo de canela y la ralladura de los cítricos.

 

Ponemos a cocer, que hierva muy suave.

 

Se va evaporando el líquido y se convierte en un “almíbar”.


Por último añadimos las uvas pasas que no necesitan mucho tiempo porque se hidratan muy pronto.


Dejamos templar antes de servir.


¡Y listo, a disfrutar!

lunes, 18 de enero de 2021

Garbanzos con aceitunas.


Un plato de aprovechamiento ¡ha hecho tanto frío! ¡sigue haciendo tanto frío, que nos hemos tomado litros y litros de caldo!

Y estos son los garbanzos que nos sobraron de hacer un caldo de gallina.


Necesitamos:

Garbanzos cocidos.

1 cebolla mediana.

2 zanahorias medianas.

Aceitunas negras o verdes.

1 cucharadita de pasta de tomate o un poco de salsa de tomate.

1/2 cucharilla de ras-el-hanout, optativo. También se puede poner cúrcuma, curry o pimentón.

Aceite de oliva virgen y sal.

Empezamos pelando la cebolla y picándola menuda; pelamos las zanahorias, las partimos en bastones y después es trocitos pequeños; ponemos en una sartén dos o tres cucharadas de aceite y lo freímos todo despacio, con una pizca de sal.

Cuando la cebolla se pone trasparente añadimos el ras-el-hanout, o la especia que nos guste, y la pasta de tomate; sofreímos unos segundos y agregamos los garbanzos cocidos y escurridos.

Damos unas vueltas y dejamos que todo se mezcle bien, se caliente y coja todos los sabores.

Ponemos las aceitunas y un poco de perejil picado (yo no tenía, con las heladas se estropeó).



Servimos y... ¡a disfrutar!


viernes, 8 de enero de 2021

Gratinado de verduras



                                         
Según el Diccionario de Gastronomía, gratinar es una "Técnica de procesado de alimentos que consiste en exponer la capa externa del alimento a una fuente intensa de calor, normalmente horno o grill de forma que se forme una costra dorada y crujiente. Se suelen gratinar platos cubiertos con queso, pan rallado, migas de pan, puré de patatas, bechamel, etc. Se obtiene así un sabor muy particular y ayuda a proteger los sabores y aromas en el interior”.

Vamos a gratinar unas verduras, las que más os gusten, combinadas como queráis y con lo que queráis, las posibilidades son muchas casi, casi infinitas.

Empezamos preparando las verduras, en este caso coles de Bruselas, zanahorias y coliflor.

A las coles les quitamos las hojas exteriores que pueden estar dañadas; pelamos las zanahorias; separamos en ramitos la coliflor. Los hervimos todo, por separado, en agua con sal; tienen que quedar tiernas pero no sobre-cocidas; escurrimos y reservamos en una fuente que pueda ir al horno.



Preparamos la salsa bechamel; si estáis acostumbrados a hacerla el siguiente paso a paso os sobra pero lo explico “con truco” para iniciarse.


En una sartén o una cazuela ponemos dos o tres cucharadas de aceite de oliva (también se puede hacer con mantequilla) y dos cucharadas de harina. 


Mezclamos y cocinamos dos o tres minutos para que la harina se impregne bien de la grasa y pierda el sabor a crudo.

Ahora vamos con el truco: ponemos la harina en el vaso de la batidora con leche. 

Batimos. Con esto evitamos que se nos puedan hacer grumos, que realmente es la única dificultad que tiene esta salsa.

Volvemos a poner en la sartén y cocinamos dándole vueltas para que vaya espesando. Salamos.

Tiene que cocer despacio unos diez minutos; si os parece que espesa demasiado añadís mas leche, para dejarla a vuestro gusto.

Cubrís las verduras con la bechamel. A mí me quedó demasiado espesa, un poco más ligera me gusta más pero entre hacer fotos y revolver…en fin que soy la única mujer que no puede hacer dos cosas a la vez, jajaja.

Extendemos. Para acabar podemos poner queso o pan rallado por encima o frutos secos, avellanas, nueces…

Metemos en el horno, bastante arriba y con el grill para que se caliente y se dore.


Otra idea para gratinar con puré de patatas y carne.








Puré de patata y pescado.




domingo, 3 de enero de 2021

Repollo con pasta y langostinos.


 


Necesitamos para dos raciones:

½ repollo rizado (col).

50 gramos de pasta corta.

8/10 langostinos.

2 dientes de ajo.

Sal y aceite de oliva.

Empezamos lavando muy bien el repollo y picándolo; lo cocemos en agua con sal hasta que esté tierno; reservamos.

Mientras cocemos también la pasta los minutos que aconseje el fabricante para dejarla al dente.

Pelamos los langostinos y reservamos.

En una sartén o cazuela amplia ponemos dos o tres cucharadas de aceite y freímos los dientes de ajo troceados; antes de que cojan color ponemos los langostinos y los cocinamos dos minutos por cada lado; lo sacamos para un plato y, sin limpiar la sartén ponemos el repollo escurrido y la pasta.

Damos unas vueltas para que se mezcle todo bien.

Añadimos los langostinos y todo el jugo que hayan soltado.



¡Y listo, a disfrutar!


viernes, 1 de enero de 2021

Sopa de champiñones y zanahorias, con huevo.



Aunque esta Nochevieja no se haya parecido en casi nada a la de otros años, aunque hayamos estado todos en casa, aunque los brindis hayan sido virtuales…el día de año nuevo necesitamos una comida calentita, rica, nutritiva e hidratante: para empezar bien el año, con buen ánimo y con fuerza.



Necesitamos:

Zanahorias (2 ó 3).

Champiñones (10).

Cebolla (1/2).

Huevos (2).

Caldo de jamón (o de pollo o verduras).

Aceite de oliva.

Las cantidades dependerán de para cuantos queréis la sopa. Las cantidades que os pongo entre paréntesis  yo las puse para dos raciones abundantes.

Empezamos preparando el caldo. Podéis usar el que más os guste yo tenía caldo de jamón congelado. Lo hice así:

Necesitamos huesos de jamón y algunas verduras (zanahoria, puerro, cebolla…) empezamos blanqueando los huesos: los ponemos en agua hirviendo y los dejamos cocer 3 ó 4 minutos para que eliminen la mayoría de las impurezas que puedan tener. Tiramos el agua y en una pota de tamaño proporcionado ponemos los huesos escurridos y la verduras; cubrimos con abundante agua y dejamos cocer despacio entre una hora y media  y dos. Colamos y utilizamos o congelamos, cuando enfríe. En principio no ponemos sal.

Para hacer la sopa ponemos dos o tres cucharadas de aceite y sofreímos despacio ½ cebolla picada y las zanahorias, peladas y picadas en trocitos pequeños.

Mientras se va ablandando limpiamos los champiñones y también los partimos.

Los añadimos a la pota, tapamos y dejamos que vayan soltando su agua, durante 3 ó 4 minutos.

Agregamos el caldo caliente y dejamos cocer despacio unos 10 minutos; batimos los huevos y se los vamos añadiendo despacio, en hilillo para que cuaje.

Probamos de sal.

¡Y listo a disfrutar!