lunes, 29 de noviembre de 2021

Bocadillo de “paté” de alcachofas.


 

Hoy os traigo un bocadillo que me parece una cena estupenda para cualquier día que no tengáis tiempo o gana de cocinar.

Podemos hacer el típico bocadillo de jamón o chorizo o queso que están muy bien pero también podemos echarle imaginación y sorprender con un relleno más innovador.

El paté podemos tenerlo hecho y entonces hacer este bocadillo se cuestión de cinco minutos. Si no recurrid a alcachofas en conserva en aceite de oliva o cocerlas vosotros mismos.

Escoged un pan rico y conseguiréis un bocadillo de lujo.


Necesitamos

1 bollo de pan.

Alcachofas.

1 diente de ajo.

Pimiento rojo asado.

Queso.

Lechuga.

Aceite de oliva virgen extra y sal.

Empezamos preparando el “paté” de alcachofas. Nada más fácil si partimos de unas alcachofas ya cocidas o en conserva.

En una sartén ponemos una cucharada de aceite y el diente de ajo picado; dejamos que se fría sin que llegue a coger color; añadimos las alcachofas cocidas y escurridas y dejamos que se cocinen dos o tres minutos a fuego medio para que se impregnen de aceite y del sabor a ajo. Trituramos y reservamos.

Yo si preparo poca cantidad no lo trituro “a máquina” porque entre lo que queda en el vaso de la batidora y las aspas se pierde la mitad así que lo pico muy menudo con el cuchillo hasta dejarlo como una pasta poco homogénea. Una vez que lo untemos en el pan no se notará.

Si, por el contrario, hacéis mucho para untar en pan tostado queda mejor pasarlo por la batidora.

Si los pimientos son de bote los pasamos por la sartén unos minutos para que se cocinen. Si los asáis en el horno hay que pelarlos y partirlos en tiras.

Montar el bocadillo es muy…¿difícil? Noooo.

Abrimos el pan y untamos una parte con una buena capa del paté.

Encima el pimiento asado, con unas piedras de sal.

Ahora el queso; yo puse queso gallego de tetilla que es muy cremoso y de sabor suave. Elegid el que os guste pero que no tenga un sabor tan fuerte que "mate" al de las alcachofas.

Cubrimos con ensalada verde, lechuga, canónigos, hojas de cogollos…lo que tengáis, aliñada con un poco de aceite.

Cerramos y si no tenéis que hacer foto para el blog, solo os queda comerlo.


¿Comemos o qué?

jueves, 25 de noviembre de 2021

Pasta con alcachofas y champiñones.

 


Este plato lleva dos de mis ingredientes favoritos, vayan juntos o por separado: alcachofas y champiñones.

Hoy se los he añadido a un plato de pasta, macarrones, y lo he rematado con un toque de queso; el resultado para mi gusto: perfecto.

Es rápido de hacer, en 20/30 minutos, aunque vayas despacio, puedes tener hasta la mesa puesta.

Y ya solo te quedaría disfrutar.

Necesitamos para dos:

140 gramos de pasta.

8 alcachofas.

8 champiñones.

1 cebolla mediana.

Aceite de oliva virgen extra y sal.

Un chorro de vermú (optativo).

Unas lascas de queso. Yo puse queso de oveja de Zamora de media curación, pero el que os guste.



Empezamos pelando la cebolla y partiéndola en pluma; limpiamos los champiñones y los partimos en trozos más bien grandes.

Ponemos en una sartén amplia dos o tres cucharadas de aceite, la cebolla y los champiñones con un poco de sal.

Dejamos que se cocine tres o cuatro minutos. Los champiñones soltarán parte del agua y la cebolla empezará a ablandar.

En este momento añadimos a la sartén las alcachofas. Subimos el calor y agregamos el vermú; dejamos evaporar. 

El vermú proporciona un sabor muy especial, diferente a cualquier otro vino.

Tapamos y cocinamos unos siete u ocho minutos hasta que estén tiernas. Damos una vuelta de vez en cuando.

Yo uso alcachofas congeladas pequeñas; si las ponéis de bote solo necesitarán calentarse así que las ponemos los dos o tres minutos finales y si por el contrario las usáis naturales tendréis que limpiarlas y cocerlas previamente.

Cocemos la pasta; escurrimos y mezclamos en la sartén con los demás ingredientes.

Una vez servido podemos poner un poco de queso, rallado o en lascas; con el calor se deshará.


¿Comemos o qué?

 

 


martes, 23 de noviembre de 2021

Ensalada de patata.



Fijaros si será fácil esta ensalada que el paso más difícil es dejar las patatas en su punto perfecto de cocción: tienen que estar bien cocidas pero que no se deshagan..

No puse mayonesa aunque esta ensalada la admite muy bien.

Se puede añadir varias cosas más como aceitunas, pepinillos, espárragos, bonito…

La presentación a vuestra manera yo os explico como lo hice pero seguro que hay formas más imaginativas.

Necesitamos:

  • Patatas, zanahorias, cebolleta, tomate, huevo cocido y unas hojas de cogollos de Tudela.
  • Aceite de oliva virgen y sal.

Empezamos cociendo las patatas, con piel, en agua con sal hasta que al pincharlas notemos que están tiernas. Las dejamos templar, las pelamos y las partimos en trocitos pequeños. Antes de que enfríen las aderezamos con un chorro de aceite de oliva.

Pelamos las zanahorias, las picamos y cocemos. Escurrimos y reservamos.

Cocemos los huevos 10 minutos; refrescamos y pelamos.

Picamos la cebolleta.

Lavamos las hojas del cogollo.

Lavamos los tomates y los partimos.

Mezclamos las patatas con la cebolleta y ponemos en la base del plato.

Encima una capa de zanahoria.

Alrededor las hojas de cogollos, con un chorro de aceite y sal.

Encima en el centro el tomate.

Picamos el huevo cocido y lo repartimos por encima.


¿Comemos o qué?

domingo, 21 de noviembre de 2021

Crema bretona.


No tengo ni idea de por qué se llama así esta rica crema de alubias blancas y puerro. Lo que sí sé es que es un entrante muy adecuado para cualquier comida o cena.

Yo ando ¡ya! dándole vueltas al menú de Navidad y siempre me gusta tener alguna crema calentita para que se entone el estómago de los comensales más madrugadores mientras esperan a los demás.

Todos agradecen una crema decalabaza, de tomates asados o de verduras…servida en raciones pequeñas, que no es plan de quitarles la gana de comer.

Las cantidades dependen de cuantos seáis, y del recipiente en que lo sirvas. Con las cantidades que os pongo yo hice cuatro.



Necesitamos:

Alubias blancas, 130 gramos.

Puerros, 2, la parte blanca.

Patata, opcional*

Mantequilla, como una nuez.

Aceite de oliva virgen extra y sal.

Jamón o huevo cocido.

Empezamos poniendo las alubias a remojo, bien cubiertas de agua fría, la víspera de cocinarlas.

Las ponemos en una pota, las cubrimos de agua y las dejamos cocer despacio hasta que estén tiernas.

Mientras se hacen las alubias limpiamos los puerros con mucho cuidado porque suelen tener tierra entre las capas; los picamos y los ponemos a pochar con sal, dos cucharadas de aceite y un trocito de mantequilla hasta que estén muy suaves.

Añadimos a la cazuela del puerro las alubias escurridas, con parte del caldo de cocción; reservamos el resto del caldo para añadir y que quede de la consistencia que nos guste.

Lo cocemos todo junto cuatro o cinco minutos.

Trituramos hasta dejar una crema muy fina.

Probamos de sal y rectificamos si es necesario.

Servimos caliente con jamón o huevo cocido picado.

*Yo no le puse patata pero se puede poner a cocer con las alubias.



¿Comemos o qué?

viernes, 19 de noviembre de 2021

Barbada al cava con patatas y mejillones.


 

Un guiso tradicional de patatas y pescado pero que con el toque del cava y los mejillones le damos un puntito de innovación.

Si no tenéis cava ponerle vino blanco pero con la “disculpa del guiso” abrís la botella, la mantenéis fría y la disfrutáis con el plato. No está mal la idea ¿no os parece?

Yo puse barbada porque fue lo que mejor me pareció de lo que vi en la pescadería pero en realidad iba con la idea de rodaballo. Con rapé (pixín), merluza, corvina, bacalao fresco…lo que ese día mejor veáis.

Si queréis un poco más de lujo cambiar los mejillones por almejas, añadir unos langostinos y tendréis un plato de celebración.


Necesitamos para dos:

Cuatro filetes de barbada, unos 200 gramos limpio por ración.

8 ó 10 mejillones.

2 ó 3 patatas, dependiendo del tamaño.

2 tomates maduros.

1 cebolla mediana.

2 dientes de ajo.

½ pimiento rojo.

½ vaso de cava.

Caldo de pescado.

Aceite de oliva virgen extra y sal.

Empezamos: en la pescadería pedimos que nos quiten la espina y nos hagan los filetes al pescado.

Limpiamos los mejillones y los abrimos al vapor; quitamos las cáscaras y reservamos, colado, el caldo que suelten y los mejillones.

Con la cabeza y la espina del pescado hacemos un caldo: lo ponemos a cocer cubierto de agua con un trozo de cebolla y sal durante unos 20/25minutos. Colamos.

Junta el caldo del pescado con el de los mejillones. Reservamos.

Lava los tomates, pártelos por la mitad y rállalos.

Pela y pica la cebolla y los ajos.

Pela el pimiento y pártelo en tiras anchas.

Pela las patatas y pártelas en lonchas como de un centímetro.

En una cazuela amplia, para no amontonar los ingredientes ponemos dos cucharadas de aceite y pochamos la cebolla, las tiras de pimiento y los ajos unos cinco minutos. Añadimos el tomate rallado; removemos y dejamos cocinar unos 10 minutos.

Subimos el calor y ponemos el cava, dejamos que se evapore; ahora las patatas intentando que no se amontonen, que cubran el fondo de la cazuela.

Cubrimos con el caldo y dejamos cocer despacio, tapadas, unos 20 minutos; las patatas deben quedar tiernas pero que no se deshagan.

Sazonamos el pescado y lo ponemos encima de las patatas; añadimos un poco más de caldo si hace falta aunque no debe quedar un guiso caldoso. Tapamos y dejamos unos minutos más para que se haga el pescado. Dependiendo del grosor de las tajadas más o menos tiempo, entre 4 minutos y 8 ó 10.

Añadimos los mejillones, que solo tienen que calentarse; dejamos reposar unos minutos.

Servimos en el fondo las patatas con la salsa y encima el pescado y los mejillones.


¿Comemos o qué?


jueves, 18 de noviembre de 2021

Ensalada de zanahoria con naranja y miel.


 

Una ensalada ¡sin nada verde! con un toque oriental, con mucho color y con un sabor agridulce que acompaña muy bien a un plato de carne de cerdo, unas costillas asadas o unas chuletas.

La mezcla de zanahoria y naranja es muy frecuente en la cultura mediterránea y oriental no tanto en la nuestra pero una vez que la pruebas repites.

Si queréis otra idea os dejo esta: ensalada de zanahoria y naranja.



Necesitamos para una ensalada para dos:

4 ó 5 zanahorias medianas.

2 dientes de ajo.

½ cebolla.

La piel de la naranja.

Orégano, perejil o cilantro.

Para el aderezo:

½ naranja ecológica, zumo de limón, miel, aceite de oliva virgen extra y sal.

Empezamos pelando las zanahorias y cortándolas en rodajas de medio centímetro; pelamos la cebolla y  partimos media en tiras; pelamos los ajos y los picamos menudos.

Lavamos muy bien la naranja y con un pelador sacamos la piel sin nada blanco; cortamos tiritas estrechas.

En una cazuela ponemos una cucharada de aceite y echamos las zanahorias, la cebolla, los ajos y la piel de la naranja; rehogamos durante dos o tres minutos a fuego alto.

Añadimos un poco de agua, tapamos y dejamos cocer, a fuego medio, cinco o seis minutos. La zanahoria tiene que quedar algo cocinada pero crocante.

Preparamos mientras el aderezo: mezclamos en un bol el zumo de naranja, ½ cucharilla de miel, zumo de limón, aceite de oliva y sal. Removemos hasta que todo haya ligado. No pongo cantidades exactas porque lo mejor es probar y rectificar a nuestro gusto.

Aliñamos con este aderezo la ensalada, cuando aun este templada y la dejamos reposar un rato para que coja todos los sabores.

Al momento se servir ponemos la hierba que hayamos elegido: orégano, perejil o cilantro.


¿Comemos o qué?

 

domingo, 14 de noviembre de 2021

Ragú de alubias bancas con morcillo (chamón).


Cada vez me gustan más estos platos únicos, de cuchara, con legumbres, verduras y  carne o pescado.

Son platos completos y equilibrados nutricionalmente; son bastante económicos; se pueden hacer con antelación, incluso es mejor ya que ganan en sabor; y ahora que empieza el fresquito otoñal los platos de cuchara te reconfortan. Además puede ser un plato de aprovechamiento y eso tampoco bien mal.


Necesitamos por ración:

60 gramos de alubias blancas; cantidad orientativa ¡dependiendo del comensal!

100/120 gramos de carne de guisar, morcillo (chamón, en Asturias).

2 zanahorias.

½ pimiento verde o rojo.

1 cebolla mediana.

2 ó 3 dientes de ajo.

½ vaso de vino blanco.

¼ de cucharilla de cúrcuma (opcional).

1 hoja de laurel.

Harina.

Aceite de oliva virgen y sal.

Empezamos haciendo dos preparaciones por separado.

Ponemos 12 horas antes de cocinar las alubias lavadas a remojo. Las escurrimos y las ponemos a cocer, cubiertas de agua fría, con una zanahoria pelada y entera, un trozo de cebolla y una hoja de laurel. Cocemos despacio hasta que estén tiernas. Salamos.

Por otro lado preparamos la carne: salpimentamos los trozos, que no deben ser muy grandes, los pasamos por harina y los sellamos en una cazuela con dos cucharadas de aceite.

Añadimos los dientes de ajo pelados, la cebolla, la zanahoria y el pimiento; dejamos que se sofría despacio hasta que las verduras empiecen a ablandar.

Subimos el calor y ponemos el vino blanco; después de un par de minutos, cuando se haya evaporado el alcohol ponemos un poco de agua y cocemos despacio hasta que la carne esté tierna.

Sacamos los trozos de carne y trituramos la salsa. Volvemos a poner la carne en la salsa y las alubias cocidas con “casi” todo el caldo de su cocción. Hay que tener cuidado de no añadir demasiado para que no nos queden muy caldosas.

Dejamos cocer todo junto, muy despacio durante unos 10 ó 15 minutos. Probamos de sal y rectificamos si hace falta.

Si hacéis este plato con antelación, por ejemplo, de un día para otro es mejor dejar el guiso “tirando” a soso ya que al recalentar siempre se concentran más los sabores, se evapora más caldo y puede quedarnos salado: siempre es mejor quedarse corta en la sal que pasarse.

¿Comemos o qué?

martes, 9 de noviembre de 2021

Congrio en salsa.


El congrio es un pescado blanco, de carne firme y algo gelatinosa con un sabor intenso. 

Podríamos decir que tiene dos partes: la parte delantera, abierta con pocas espinas, que es la apropiada para guisar y la parte de la cola, cerrada, con muchísimas espinas que nos sirve, junto con la cabeza para hacer un sabrosísimo caldo.

La receta de hoy es muy tradicional, de esas de toda la vida y os aseguro que queda realmente rico.



Necesitamos por persona:

2 rodajas de congrio abierto.

1 rebanada de pan de hogaza

2 dientes de ajo.

½ cebolla.

6 ó 7 almendras tostadas, sin sal y peladas.

Caldo de pescado.

Harina, la necesaria para rebozar el pescado.

Sal, perejil y aceite de oliva virgen.

¿Cocinamos o qué?

Empezamos preparando el caldo: ponemos a cocer la cola y la cabeza del congrio, un trozo de cebolla y una caña de perejil; cuando empiece a hervir lo espumamos bien, salamos de dejamos cocer unos 25/30 minutos. Colamos.

En una cazuela amplia ponemos tres o cuatro cucharadas de aceite, y reímos la rebanada de pan, hasta que esté crujiente y dorada; la sacamos a papel absorbente y reservamos.

Salamos el pescado, lo pasamos por harina, retirando bien el sobrante y lo sellamos, en la misma cazuela, sin añadir más aceite. Reservamos.

Pelamos los dientes de ajos y picamos la cebolla menuda; lo ponemos a pochar despacio con una pizca de sal (seguimos en la misma cazuela)

Mientras vamos preparando la picada: machacamos en el mortero la rebanada de pan frito y las almendras, hasta que quede una pasta, añadimos un poco de caldo para disolverla.

Cuando empiece a ablandar la cebolla ponemos la majada y el pescado; cubrimos con el caldo. 

Dejamos cocer despacio unos 15 minutos, dependiendo del grosor de las rodajas.

Picamos el perejil y se lo ponemos en el último momento, una vez emplatado.


Como acompañamiento un puré de patatas y una ensalada. Perfecto.

¿Comemos o qué?

sábado, 6 de noviembre de 2021

Crema de castañas


 

Llegó noviembre y con él llegó el tiempo de las castañas. El bosque empieza a estar precioso, con sus colores marrones, amarillos, naranjas, dorados… y además está generoso.

La verdad es que siempre está generoso, siempre ofrece algo, bien para el disfrute de los sentidos o para el del estómago.

Acabaron las avellanas, llegaron las nueces, ahora las castañas y las setas…y siempre el aire limpio, los pájaros, el musgo…

Hoy una suave y calentita crema de castañas.



Necesitamos:

Castañas, 250gramos, aproximadamente.

1 cebolla mediana.

Caldo de verduras.

Nata líquida, para cocinar.

Aceite de oliva virgen y sal. 

Vamos, ¿cocinamos o qué?

Lavamos las castañas y les hacemos un corte en la piel; las ponemos a cocer en agua con las durante unos15/20 minutos el tiempo dependerá de lo curadas que eestén.

Escúrrelas y pélalas; este es el paso mas laborioso; hay que quitar las dos pieles y la interior no siempre es fácil de quitar por completo.

Mientras se cuecen las castañas pochamos la cebolla en dos cucharadas de aceite.

Ponemos las castañas peladas junto con la cebolla pochada y cubrimos con el caldo; dejamos cocer unos 15 minutos hasta que todo esté blandito.

Agregamos la nata; la cantidad a nuestro gusto y trituramos.

Queda una crema muy suave, con un ligero sabor a castañas; podemos acompañarla con unas setas a la plancha picaditas o con avellanas tostadas y partidas


 ¿Comemos o qué?