miércoles, 27 de noviembre de 2019

Pastel de verduras con queso azul y tomate.



Un pastel: otra forma de tomar verduras que gustará hasta a los que no “aman” las verduras.

Tiene un sabor muy suave pero con el puntito que aporta el queso azul.

Se puede tomar tibio o frío. Acompañado con una salsa de tomate entusiasmará a todo el mundo.



Necesitamos:
200 g de coliflor.
200 g de judías verdes.
100 g de zanahorias.
3 huevos.
200 g de leche.
50 g de queso azul.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal y pimienta negra.
Para la salsa de tomate: 1 cebolla mediana, 1 diente de ajo y un bote de tomate triturado.

Empezamos hirviendo por separado las verduras que elijamos; yo he puesto coliflor, judías verdes y zanahorias pero con brócoli, berenjena, calabacín…puede quedar también bien y se adaptará al gusto de todos. Necesitamos que las verduras queden tiernas pero sin que pierdan el punto crujiente. Cada verdura necesitará un tiempo distinto.

Batimos los huevos con la leche, una pizca de sal y pimienta negra. Podemos sustituir una parte de la leche por nata, quedará un pastel más sabroso aunque un poco más calórico.

En un molde que pueda ir al horno ponemos una cucharada de aceite y la extendemos con una brocha, agregamos las verduras y cubrimos con la mezcla de huevos y leche. Ponemos el queso azul, a trocitos por encima.



Calentamos el horno a 180º y metemos el molde hasta que esté cuajado el pastel, unos 25/30 minutos.



Mientras hacemos la salsa de tomate: en una sartén ponemos dos cucharadas de aceite y freímos, a fuego lento el ajo y la cebolla picados menudos; cuando la cebolla está blanda añadimos el tomate salpimentado y dejamos cocer hasta  que la salsa está hecha, espesita.


        
                                    ¡Y listo!

viernes, 22 de noviembre de 2019

Salsa Duxelles.




Por el nombre ya veis que es una salsa de origen francés. Si os gustan los champiñones os encantará.

Muy fácil de hacer con ingredientes muy sencillos.


Os pongo las cantidades para hacer para dos:
Necesitamos:
150 g de champiñones.
30 g de mantequilla.
Una cucharada de aceite de oliva virgen extra.
3 charlotas, si no las encontráis sustituirla por cebolla.
Sal y pimienta negra.

Empezamos limpiando los champiñones, mejor sin mojarlos, con papel de cocina y picándolos muy menudos.

También picamos de igual manera las charlotas  o las cebollas.

En una sartén, ponemos la mantequilla y el aceite de oliva y a fuego lento doramos las charlotas con una pizca de sal, hasta que estén transparentes.

Agregamos los champiñones, con pimienta negra y sal y cocinamos durante unos 10 minutos dándoles vuelta de vez en cuando.

Ya está lista para usar como acompañamiento de carne, pescado o pasta. También puede ser adecuada para preparar canapés, usándola como base y con jamón o panceta frita.





                                                                     ¡Y listo!

Esta receta es para participar en el Reto Color y Sabor del mes de noviembre.

viernes, 15 de noviembre de 2019

Crema de calabaza y naranja al azafrán.



El otoño y el invierno es una buena época para disfrutar de esta crema de calabaza ya que está en plena temporada.

Además como ya empieza a refrescar apetece algo calentito para empezar una cena o una comida.

Yo lo serví, en unos cuencos pequeños, como aperitivo, para “entonar el estómago” antes de comer.


Necesitamos para dos:
500 g de calabaza, sin piel ni pepitas.
2 cebollas medianas.
Caldo de verduras.
Unas hebras de azafrán o azafrán en polvo.
Una cucharada de ralladura de naranja.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal y pimienta negra.
Un puñado de avellanas tostadas.



Empezamos poniendo el horno en marcha, para que se caliente, a 180º.

En una fuente de horno ponemos la calabaza, la cebolla, dos o tres cucharadas de aceite, sal y una pizca de pimienta. Horneamos durante unos 20/25 minutos.



Deben quedar tiernas y algo tostadas. Reservamos.



Ponemos a calentar el caldo de verduras (o agua si no tenéis) con la ralladura de media naranja, el azafrán, sal y pimienta. Cuando rompa a hervir añadimos la calabaza y la cebolla asadas, con todo el jugo que tenga la fuente.

Cocemos durante unos cinco minutos y trituramos hasta obtener una crema suave y homogénea.

Servimos la crema adornada con un poco de ralladura de naranja y unas avellanas tostadas partidas.

A esta crema, al triturarla podemos agregar un poco de nata que proporcionará una textura y un sabor muy rico aunque aumentará notablemente las calorías.

Podéis cambiar las avellanas por pipas de calabaza tostadas con un poco de sal.



                                             ¡Y listo!

miércoles, 13 de noviembre de 2019

Ensalada de pera y queso azul.



Casi, casi da pereza escribir como se hace una ensalada tan simple como esta pero bueno hay va. Espero que os guste.

Necesitamos:
Ensalada verde, lechuga, canónigos, rúcula…
Pera madura.
Queso azul.
Nueces.
Aceite de oliva virgen extra, vinagre y sal.

Empezamos lavando muy bien la ensalada verde que escojamos o una mezcla de varias.

La escurrimos muy bien que no quede nada de agua y la ponemos en la ensaladera.

Pelamos y partimos la pera. La añadimos a la ensalada.

Cascamos las nueces y las agregamos.

Partimos el queso azul en trocitos y lo repartimos por la fuente.

Aliñamos con sal, vinagre y aceite.


                                             ¡Y listo!

lunes, 11 de noviembre de 2019

Garbanzos con anchoas y pasta.




Otra forma de comer legumbres; en esta ocasión garbanzos. Garbanzos con compañía. Un plato sabroso y completo.




Necesitamos para dos raciones:
200 g de garbanzos.
1 lata de anchoas.
100 g de pasta.
1 cebolla mediana.
2 dientes de ajo.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal, pimienta negra y perejil.

Empezamos cocinando los garbanzos. La noche anterior los ponemos a remojo, en agua templada con sal. Por la mañana los cocemos hasta que estén tiernos.

En una cazuela ponemos dos o tres cucharadas de aceite con la cebolla picada y los dientes de ajo; sofreímos durante unos minutos y cuando la cebolla esté blanda añadimos las anchoas picadas y una pizca de pimienta. Rehogamos y agregamos los garbanzos con unas cucharadas del caldo de cocerlos; dejamos que todo hierva junto, durante tres o cuatro minutos, y se unan todos los sabores.

Aparte cocemos la pasta, la que más os guste, los minutos necesarios. Escurrimos y reservamos.

Agregamos la pasta a la mezcla de garbanzos y anchoas, damos unas vueltas para mezclar bien y que la pasta absorba el sabor.

Picamos el perejil y lo espolvoreamos por encima.





                                             ¡Y listo!

Esta receta está basada en una de Ottolenghi, simplificada y adaptada a nuestro gusto.

lunes, 4 de noviembre de 2019

Alubias (fabes) con merluza.



Necesitamos para dos:
200 g de alubias blancas.
200/250 g de lomos de merluza.
1 cebolla mediana.
2 dientes de ajo.
1 hoja de laurel.
1 cucharilla de harina.
Perejil.
Aceite de oliva virgen extra y sal.




Empezamos la noche anterior poniendo las fabas a remojo en agua fría, bien cubiertas para que se rehidraten.

Cuando las vayamos a cocinar tiramos el agua del remojo y, en una cazuela proporcionada a la cantidad ponemos las fabas, ½ cebolla, la hoja de laurel, dos dientes de ajo y un chorretón de aceite; cubrimos con agua fría y ponemos a cocer.

Cuando empiece a hervir “asustamos” a las fabas añadiendo un poco de agua fría; dejamos cocer despacio, manteniendo siempre las fabas cubiertas de agua para evitar que suelten la piel; no es conveniente revolver con una cuchara ya que seguramente las partiremos, es mejor menear la pota de vez en cuando.

Cuando están tiernas las salamos, sacamos la cebolla y quitamos el laurel.

Mientras preparamos la merluza. En una cazuela plana ponemos dos cucharadas de aceite y la media cebolla que nos quedaba bien picada, sofreímos. Cuando esté blanda ponemos la harina, damos unas vueltas para que se fría y agregamos un poco del caldo donde se han cocido las alubias.

Añadimos la merluza  salada y reservamos. No es necesario que hierva ya que al mezclar los dos guisos se cocinará.

Unimos las dos preparaciones, con cuidado, evitando que se rompan las fabas; se cocina todo junto durante un par de minutos para que se haga el pescado y se unan todos los sabores.

Picamos el perejil y lo añadimos antes de servir.



                                               ¡Y listo!

viernes, 1 de noviembre de 2019

Bocadillo de sardinas en aceite (y algo más).



La cena hecha en cinco minutos: mientras tuestas el pan preparas el relleno y… a cenar.

Yo os sugiero estos ingredientes pero con remolacha cocida, con unos espárragos, con mayonesa…con lo que más os apetezca, adaptarla a vuestro gusto.





Necesitamos:
Pan, bollo o rebanadas.
Una lata de sardinas en aceite de oliva virgen.
¼ de cebolleta.
¼ 0 1/2 tomate, dependiendo del tamaño.
4 ó 5 pepinillos en vinagre.
Pimiento rojo y pimiento verde frito (también se pueden poner pimientos asados de bote).
Canónigos y cualquier otra ensalada verde.
1 cucharada de aceite de oliva virgen extra.
Sal, aceite de oliva virgen y vinagre para aliñar la ensalada.

Empezamos poniendo los pimientos partidos en una sartén con el aceite y dejando que se frían un poco, pero que queden crujientes.

Tostamos el pan.

Abrimos la lata, escurrimos y partimos las sardinas.

Picamos la cebolleta, los pepinillos y el tomate pelado en trocitos y mezclamos.

Lavamos la ensalada verde, la escurrimos bien y aderezamos.

Montamos el bocadillo: pan y encima las sardinas.


La mezcla de tomate, cebolleta y pepinillos.


Encima los pimientos, los canónigos y a tapar.


                                          ¡Y listo!