jueves, 23 de noviembre de 2023

Fabas (alubias) con cosas.


 


Estamos ya, por fin, en plena temporada de potajes de legumbres, cazuelas, sopas y cremas; todo nutritivo, sano y sobre todo… calentito.

Hoy fabas, alubias blancas, acompañadas con un sofrito de jamón y champiñones.

Si tenéis alubias ya cocidas, del congelador o de bote, el plato se hace en poquísimo tiempo.

Necesitamos por ración:

100 gramos de fabas secas, antes de cocer.

Entre 4 y 6 champiñones, dependiendo del tamaño.

Unos tacos de jamón.

Un trozo de pimiento verde italiano.

1 ó 2 dientes de ajo.

1 cebolla pequeña.

Sal, aceite de oliva virgen y laurel.

Empezamos poniendo, la noche anterior la legumbre a remojo en abundante agua fría.

Por la mañana quitamos el agua del remojo y las ponemos en un puchero con una hoja de laurel, una cebolla pequeña entera y un poco de aceite de oliva. 

Dejamos cocer despacio hasta que estén tiernas sin removerlas con ningún instrumento para no romperlas; el tiempo dependerá de la calidad y la frescura.

Mientras en una sartén ponemos el pimiento picado con unas cucharadas de aceite, después de un par de minutos añadimos los ajos picados y cuando empiezan a “bailar” los tacos de jamón y los  champiñones. Salamos ¡con cuidado! y cocinamos para conseguir que todo se dore.

Sacamos del puchero la cebolla con un poco de caldo, lo trituramos y lo añadimos de nuevo.

Mezclamos el contenido de la sartén con las fabas (si tienen demasiado caldo quitamos una parte) y cocemos despacio unos minutos después de probar y rectificar de sal.

Dejamos reposar antes de servir.

miércoles, 15 de noviembre de 2023

Guiso de garbanzos con espinacas.


 


Definitivamente me he pasado al lado oscuro; quizá no muy oscuro pero sí al lado más cómodo. Me he pasado a la comida rápida.

Me explicaré: garbanzos cocidos de bote y espinacas congeladas. En unos quince minutos un plato completo, sano y rico.

Necesitamos para una ración:

150 gramos de garbanzos cocidos.

1 taco, 200 gramos, de espinacas congeladas.

1 ó 2 dientes de ajo.

2 cucharadas de aceite.

½ cucharilla de pimentón.

1 huevo cocido. O una loncha de jamón serrano.

Empezamos poniendo en una cazuela dos dedos de agua con sal y cocemos, tapadas, las espinacas congeladas hasta que estén totalmente descongeladas; escurrimos y quitamos toda el agua que podamos.

Lavamos los garbanzos en un colador bajo el chorro de agua fría. Yo les quito la piel porque me parece más agradable de comer además no lleva mucho tiempo pero eso, por supuesto depende del gusto y del tiempo que se tenga.

En una cazuela ponemos el aceite y freímos los ajos; cuando empiezan a coger color apartamos del fuego y freímos el pimentón.

Añadimos las espinacas y los garbanzos; revolvemos con cuidado y dejamos tres o cuatro minutos todo junto a fuego suave.

Servimos con el huevo cocido.

Si optáis por el jamón, en vez o a la vez del huevo, lo picáis menudo y lo freís con el ajo. Lo demás todo igual.

 


lunes, 13 de noviembre de 2023

Ensalada de tomates y compañía.


Incluir en las comidas diarias una ensalada es una costumbre muy saludable.

Al llevar vegetales crudos son platos llenos de vitaminas, minerales y fibra.

Esta en concreto lleva tomates y compañía, a saber: perejil, rico en vitamina C, ajo crudo, que es un antibiótico natural, aceitunas negras, con aportación de vitaminas E y A, hierro, fósforo y grasas mono insaturadas, canónigos, con sus efectos diuréticos y depurativos. Además aceite de oliva virgen extra, que ya sabéis es nuestro “oro líquido” (y viendo el precio no hay duda) muy saludable.

Empezamos lavando los tomates y partiéndolos al medio; los ponemos en un bol y añadimos un buen manojo, al gusto, de perejil, lavado, seco y picado.

Agregamos ajo; la cantidad a vuestro gusto pero teniendo en cuenta que tiene un sabor fuerte. Yo puse ½ diente pequeño. Lo trituramos con un exprimidor de ajos (instrumento muy útil) y mezclamos.

Sazonamos con aceite y vinagre y dejamos reposar.


Cuando vayamos a servirla completamos con los canónigos, con su sal y aceite y las aceitunas.

*si queréis que sea plato único podéis añadir: huevo cocido, ventresca de bonito, queso o jamón…

lunes, 6 de noviembre de 2023

Codillos de cerdo guisados.


No será la pieza con mejor aspecto que podemos cocinar pero sí una de las más sabrosas. Necesita un tiempo prolongado de cocinado, con una cocción lenta, para que quede tierna y melosa. Aunque en realidad no da mucho trabajo solamente vigilarla de vez en cuando y darles la vuelta para que se hagan uniformemente.

Necesitamos:

2 codillos.

Para la salsa: unos dientes de ajo, 2 cebollas medianas, 2 puerros, incluso la parte un poco verde, ½ pimiento rojo, ½ pimiento verde y 2 zanahorias.

1 chupito de coñac o de güisqui.

½  vaso de vino tinto.

Caldo o agua.

Sal, pimienta negra y aceite de oliva virgen.

Empezamos sazonando los codillos con sal y pimienta negra; los ponemos en la cazuela con un fondo de aceite y los sellamos hasta que tengan un tono dorado.



Mientras vamos picando todas las verduras; no es necesario que sea en trozos muy pequeños porque la cocción va a ser larga y además vamos a triturar la salsa.

Cuando los codillos estén sellados añadimos el coñac o el güisqui de dejamos evaporar a calor fuerte.

Ponemos todas las verduras; yo puse primero los ajos, los puerros, las cebollas y zanahorias simplemente porque no me cabía todo en la cazuela que usé; cuando perdieron volumen agregué  los pimientos y el vino tinto.




Salamos, tapamos y bajamos el fuego dejando que se cocine lentamente. Si tiene poco líquido podemos añadir un poco de caldo y agua.

Cada media hora, más o menos, demos la vuelta a la carne y seguimos cocinando hasta que este muy tierna.



Sacamos los codillos y trituramos la salsa, podemos pasarla después por un chino si queremos que esté más fina, yo no lo hice. Probamos de sal y rectificamos.

Volvemos a poner la carne y lo mantenemos bien caliente hasta que se vaya a servir.

Como ya lleva bastantes hortalizas en la salsa lo podemos servir con patatas fritas y ¡para chuparse los dedos!

viernes, 3 de noviembre de 2023

Potaje de alubias blancas con espinacas y huevo.


Nunca se puede decir: “de esta agua no beberé”. Nunca.

Los que tenéis la amabilidad de leerme de vez en cuando me habréis “oído decir” que yo no uso legumbres de bote, que prefiero cocerlas yo misma. Bueno pues…esta receta está hecha con alubias de bote.

Mi explicación, más bien justificación, es que este verano mi carnicero me regaló un bote por la compra de carne para guisar, que, por lo visto, en verano tiene más difícil venta; en general se prefiere carne para freír o para la plancha.

A lo que voy, que tenía el bote ahí, mirándome y sintiéndose rechazado, excluido del trajín de las cazuelas y yo, que en el fondo tengo buen corazón, y hoy una comida que improvisar, le dije: “anda, ven pa´cá”. Lo de la comida improvisada es porque tenemos una alerta por viento y no me pareció prudente conducir hasta el supermercado ¡inconvenientes de vivir en una aldea”.

Necesitamos para dos:

1 bote de alubias blancas.

2 zanahorias.

½ pimiento rojo.

Tomate natural triturado.

Espinacas congeladas.

2 huevos cocidos.

Sal, aceite de oliva virgen extra y 1 hoja de laurel.

Empezamos preparando un sofrito: en tres cucharadas de aceite sofreímos las zanahorias y el pimiento con una hoja de laurel durante unos cinco minutos.


Añadimos el tomate y seguimos sofriendo.



Mientras: cocemos las espinacas en agua hirviendo con sal unos dos o tres minutos. Escurrimos bien y reservamos.

También cocemos los huevos, refrescamos y pelamos.

Enjuagamos muy bien las alubias, en un escurridor, para quitar todo resto del líquido de conservación.

Cuando el sofrito está añadimos las alubias, las cubrimos con el agua justa, y las espinacas. Subimos el fuego hasta que empiece a hervir y, ya a calor suave dejamos hervir unos cinco minutos más todo junto.

Servimos acompañadas con los huevos cocidos.