viernes, 31 de agosto de 2018

Empanada de chicharro en escabeche.







Necesitamos para la masa:
325 g de harina.
70 g de vino blanco.
70 g de aceite de girasol.
70 g de leche.
6 g de sal.
1 cucharadita rasa de pimentón dulce.
1 huevo mediano.

Necesitamos para el relleno:
2 ó 3 cebollas.
1 pimiento verde.
Cucharrillos en escabeche, en conserva.
Aceite de oliva virgen extra y sal.



Empezamos haciendo el relleno ya que necesitamos que esté frío cuando lo vayamos a usar.

Los rellenos de las empanadas son de lo más variados, admiten muchos ingredientes distintos desde el aprovechamiento de restos de otros platos hasta…lo que queráis. Pero eso si siempre tienen que ser jugosos. Por eso ingredientes como la cebolla o el tomate son casi imprescindibles.

En este caso es de cebolla, pimiento verde y chicharro en escabeche. Yo utilizo con frecuencia el chicharro en escabeche para las ensaladas, recuerdo de mi niñez leonesa, y esta vez pensé en utilizarlo como relleno.



Hacemos un sofrito con aceite de oliva, un par de cucharadas, mucha cebolla, pimiento verde y sal. Cuando enfríe añadimos el chicharro partido.

La masa es muy fácil de hacer; lo primero es pesar todos los ingredientes, lo segundo juntarlo todo y lo tercero dejarlo reposar.

En un bol grande ponemos la harina y añadimos la sal y el pimentón, damos unas vueltas para que se repartan bien; os parecerá que el pimentón no cambia nada el color de la harina pero al añadir lo demás notaréis claramente el color.

Agregamos el huevo batido (yo reservo una mínima parte para después pintar la empanada), la leche, el vino blanco y el aceite (mejor de girasol que no aporta mucha sabor).

Hacemos una bola y la dejamos reposar tapada con un paño unos 30 minutos.


Pasado ese tiempo dividimos la masa en dos partes, una ligeramente mayor que la otra.

Estiramos la bola más grande que será la base de la empanada, intentando dejar el mismo grosor por todos los sitios. Forramos el molde  (yo usé uno de silicona redondo de 25 centímetros).

Repartimos el relleno por encima.

Estiramos la otra bola y cubrimos la empanada. Cerramos bien los bordes. Hacemos una pequeña chimenea en el centro para que salga el vapor al cocerse. Con los recortes que nos queden podemos hacer unos adornos.

Pintamos la empanada con el huevo batido.

Calentamos el horno a 200º y la cocinamos hasta que esté dorada aproximadamente unos 40 minutos, aunque ya sabéis que el tiempo depende del horno.

Sacamos a una rejilla y dejamos enfriar.



                                             ¡Y listo!






martes, 28 de agosto de 2018

Bacalao con pisto de berenjena y aceitunas.


Necesitamos para dos:

2 lomos de bacalao salado, de unos 200 g por ración.

Para el pisto: cebolla abundante, ½ pimiento rojo, ½ pimiento verde, 2 ó 3 diente de ajo, 1 berenjena, 3 ó 4 cucharadas de tomate triturado, aceite de oliva virgen extra y sal.

Además: un puñado de aceitunas negras, aceite de oliva virgen extra y vinagre de Jerez.


Empezamos poniendo el bacalao a desalar; dependiendo del grosor necesitará más o menos tiempo. En el establecimiento donde lo compréis nos pueden decir cuánto necesita.

Yo lo tuve una noche y un día completo, unas 36 horas en agua fría dentro de la nevera cambiándole el agua 4 veces. 

Ponemos en una cazuela plana, donde quepan los lomos con amplitud, 2 ó 3 cucharadas de aceite y freímos 1 minutos por cada lado el bacalao después de secarlo bien.

Lo sacamos a un plato y reservamos.

En la misma cazuela vamos a hacer el pisto sin añadir más aceite; empezamos poniendo por este orden el ajo, la cebolla, el pimiento verde y rojo, la berenjena y por último el tomate. No ponemos sal hasta probarlo ya con el bacalao.

Mientras se hace el pisto picamos menudas las aceitunas negras y añadimos aceite y vinagre, una o dos cucharadas; dejamos reposar.

Cuando el pisto está cocinado ponemos el bacalao, tapamos la cazuela, dejamos 3 ó 4 minutos a fuego lento. Apartamos y dejamos reposar unos minutos antes de servir. Probamos de sal.

Emplatamos poniendo el pisto encima el bacalao y unas cucharadas de la vinagreta de aceitunas.


                                                  ¡Y listo!

sábado, 25 de agosto de 2018

Bizcocho de manzana y dátiles.


         ¡Casi, casi sin azúcar blanco! El dulzor se lo aporta la manzana y los dátiles.

 
Necesitamos:
225 g de harina.
1 yogur natural.
3 huevos.
80 g de aceite de girasol.
40 g de azúcar blanco.
½ sobre de levadura.
Una manzana, unos 150 g después de pelada y sin pepitas.
45 g de dátiles sin hueso.
1 pizca de sal.

Empezamos pesando todos los ingredientes y dejando el yogur y los huevos a temperatura ambiente.

Batimos los huevos, el yogur, el aceite, el azúcar y la pizca de sal.

Añadimos la manzana y los dátiles, todo partido menudito. Mezclamos bien.

Unimos la harina con la levadura, pasamos por el colador y vamos agregando y mezclando.

Ponemos la masa en un molde de silicona y horneamos a 180º durante unos 45 minutos.



                                                ¡Y listo!


miércoles, 22 de agosto de 2018

Zanahoria confitada.




Confitar:
1. tr. Cubrir con un baño de azúcar una fruta o una semilla para hacerla más agradable al paladar.
2. tr. Cocer una fruta en almíbar.

Esto dice el diccionario y esto es lo que yo he hecho con las zanahorias. 



Podríamos pensar que es una chuchería muy saludable y apta para los niños, pero no nos engañemos que sean zanahorias no lo convierte en un plato saludable.

Pero sí muy adecuado para adornar un pastel, un bizcocho o para “picar” alguno.

Necesitamos por cada 100 g de zanahoria, 60 g de azúcar blanco y 30 g de agua.

Empezamos pelando las zanahorias, quitando los extremos y rallándolas.

Vamos estrujando con la mano puchados de zanahoria rallada para que pierda todo el agua posible.

En un cazo ponemos el agua y el azúcar para hacer un almíbar, añadimos la zanahoria y, sin dejar de remover, lo dejamos cocer hasta que esté seco y con un color dorado de caramelizarse el azúcar.

Vamos sacando cucharadas y extendiéndolas sobre papel de horno o una lámina de silicona. Dejamos que se enfríe.

Lo pasamos a una rejilla para que quede bien seco y crujiente.

Yo, como había mucha humedad en el ambiente, en Asturias es casi siempre así, las metí en el horno a 50º durante una media hora.




                                      ¡Y listo!

Esta receta es mi versión libre de esta deBelenciaga.

domingo, 19 de agosto de 2018

Scones de zanahoria y dátiles.



El scone es un pan típico de Reino Unido y originario de Escocia. 


Es un alimento muy común en desayunos y meriendas.
En Escocia, las porciones son triangulares a diferencia de en otros países donde se les da forma redonda.
Se suele servir templado y abierto por la mitad. 

Está elaborado con harina de trigo, mantequilla y levadura. Suelen ser dulces y contienen a menudo uvas pasas, queso o dátiles. Existen también versiones saladas en el Úlster y en Escocia.

Todo esto y más dice la Wikipedia y yo os lo cuento porque es todo lo que sé. Solo añadir que están muy, muy buenos y que son fáciles de hacer.


Necesitamos:
200 g de harina.
½ sobre de levadura.
1 huevo.
200 g de zanahoria cocida.
30 g de mantequilla.
40 g de dátiles, sin hueso.
2 cucharadas de azúcar blanco.
Un puñado de pipas de calabaza.



Empezamos pelando las zanahorias y poniéndolas a cocer con una pizca de sal. Dejamos enfriar y machacamos con un tenedor. No importa que queden pequeños trocitos enteros.

Ponemos las pipas, sin nada de grasa en una sartén, a calor moderado para que se tuesten y queden crujientes.

En un bol ponemos la mantequilla, a temperatura ambiente y el azúcar, y mezclamos bien.

Agregamos el huevo entero y seguimos mezclando hasta integrarlo totalmente.

Ponemos los dátiles picaditos y la zanahoria machacada y mezclamos.

Tamizamos la harina con la levadura y vamos añadiendo a lo anterior; tenemos que conseguir una masa húmeda pero que se pueda manejar con las manos para hacer una torta del tamaño del molde donde vayamos a hornearla. No conviene manipularla mucho, solo lo imprescindible.

Cuando esté en el molde hacemos unos cortes, sin llegar al fondo y clavamos las pipas de calabaza.

Metemos en el horno caliente, a 180º durante unos 20/25 minutos.


                                    ¡Y listo!

miércoles, 15 de agosto de 2018

Paccheri di Napoli, con pisto y bonito.

Desde que vi esta pasta, paccheri di Napoli, me apeteció prepararla, pensé que simplemente necesitaba un buen relleno. Como en verano cocino con frecuencia bonito pues…todo solucionado. Pero con cualquier relleno jugoso, con salsa, que os apetezca estará estupenda.

Puede, además, ser una receta de aprovechamiento para “dar salida” a esos resto que nos quedan en la nevera.



Necesitamos:
4 ó 5 paccheri, por persona.
2 dientes de ajo.
1 cebolla grande.
1 pimiento verde.
2 zanahorias medianas.
1 bote grande de tomate natural triturado.
Un trozo de bonito, de la cola o de una rodaja.
Sal y aceite de oliva virgen extra.

Empezamos picando muy menudo el ajo, la cebolla, el pimiento verde y la zanahoria pelada.

En una sartén amplia ponemos 2 ó 3 cucharadas de aceite y empezamos friendo el ajo; cuando está un poco dorado añadimos la cebolla, el pimiento y la zanahoria, con sal



Sofreímos despacio hasta que está la cebolla transparente y el pimiento y la zanahoria todavía con un punto crujiente.
 
Mientras se hace picamos, a cuchillo, el bonito haciendo trocitos pequeños. Salamos y añadimos al sofrito, damos una vueltas y cuando cambia de color agregamos el tomate, tres o cuatro cucharadas; dejamos que todo se cocine, debe quedar espeso.



Con el resto del tomate hacemos una salsa.

Vamos cociendo la pasta durante unos 13/14 minutos.

Con una cucharilla rellenamos la pasta.


Servimos la salsa de tomate y encima la pasta rellena.

                                                ¡Y listo!