sábado, 29 de agosto de 2020

Galletas de maíz y mantequilla.


 

La harina de maíz proporciona una textura diferente a cualquier otra; si no habéis la conocéis os animo a probar ¡os sorprenderá!


Necesitamos:

200 g de harina de maíz amarilla*.

70 g de harina de trigo.

85 g de leche.

130 g de mantequilla.

90 g de azúcar blanco.

1 huevo grande.

5 g de levadura química.

Una pizca de sal.

Empezamos preparando todos los ingredientes: dejamos el huevo, la leche y la mantequilla fuera de la nevera para que no estén fríos; pesamos los dos tipos de harina, los mezclamos y añadimos la levadura y la pizca de sal.

Cuando la mantequilla esté blanda, en pomada agregamos el azúcar y batimos hasta que se integre; añadimos el huevo y mezclamos bien; ponemos la leche. Cuando todo esté bien integrado lo ponemos en el bol donde tenemos los ingredientes secos.

Mezclamos hasta que tengamos una masa homogénea. Quedará blanda pero la dejamos reposar en la nevera mientras calentamos el horno, a 180º, y se volverá manejable.

Forramos la bandeja con papel y con ayuda de una cuchara ponemos porciones de masa, separadas unas de otras porque con el calor se expanden.

Yo con esta cantidad hice 27 galletas de entre 20/25 gramos.

En unos 12/15 minutos, dependiendo del horno estarán hechas; cuando se empiecen a ponerse doradas las sacamos a una rejilla para que enfríen.



¡Y listo, a disfrutar!

*la harina de maíz no es tipo Maicena, es harina amarilla natural procedente de moler los granos secos de maíz y sin ningún otro tratamiento.

Es rica en hidratos de carbono, minerales y vitaminas. Su característica especial es que no tiene gluten lo que puede ser una ventaja para los celiacos y una desventaja a la hora de hace masas ya que no tiene la elasticidad necesaria. Por eso se usa en muchas ocasiones mezclada con otras harinas.

En Asturias se encuentra en cualquier tienda de alimentación y la utilizamos para hacer “los tortos”, “la borona o boroña”…


jueves, 27 de agosto de 2020

Pimientos rellenos de cuscús y salmón.





Necesitamos:

1 ó 2 pimientos por persona, dependiendo del tamaño.

250/300 g de salmón fresco.

Verduras: ajo, cebolla, judías verdes (fréjoles).

70 g cuscús.

Acompañamiento: patatas y cebollas pequeñas.

Aceite de oliva virgen y sal.

Empezamos lavando y secando los pimientos; cortamos la parte del rabo, donde están las semillas y los vaciamos.

Calentamos el horno a 180º. Untamos los pimientos con un poco de aceite y los asamos ligeramente, tienen que quedar un poco cocinados pero sin perder la forma.

Mientras limpiamos y partimos en trocitos las judías verdes; las escaldamos en agua hirviendo con sal durante un minuto o dos. Colamos y reservamos.

En una sartén ponemos dos cucharadas de aceite y vamos friendo el ajo y la cebolla; cuando empieza a ablandar añadimos las judías verdes.

Partimos el salmón en trocitos y los añadimos a la sartén, damos unas vueltas y apagamos. El salmón no necesita hacerse solamente cambiar de color, se hará en el horno.

Preparamos el cuscús, siguiendo las indicaciones del fabricante y lo agregamos a la sartén.



Rellenamos los pimientos y volvemos a meter en el horno hasta que estén tiernos. Según la variedad de pimientos tardarán más o menos: los morrones tienen mucha carne y tardan unos 20/25 minutos.

Si se tuestan mucho por arriba podéis taparlos con papel de aluminio.

Para acompañar yo puse patatas y cebollas pequeñas enteras que se asaron a la vez los pimientos.



¡Y listo, a disfrutar!

 

sábado, 22 de agosto de 2020

Puerros confitados, con salsa de anchoas.

 

Necesitamos:

2 ó 3 puerros por persona.

Unos granos de pimienta negra.

Una caña de romero fresco.

Aceite de oliva virgen.

Unas anchoas en salazón.

1 diente de ajo.

Vinagre de Jerez.



Empezamos limpiando muy bien los puerros, quitamos la parte verde y nos quedamos con lo más blanco (los nuestros no eran muy blancos porque somos “hortelanos aficionados/principiantes” y …bueno esto es lo que conseguimos ¡iremos mejorando!)

Tenemos que tener especial cuidado de que no quede tierra entre las capas.

Ponemos en cazuela, proporcionada a la cantidad, los granos de pimienta, la caña de romero, sal y los puerros. Cubrimos con aceite y ponemos al fuego.

No puede llegar a hervir, debe mantenerse caliente pero sin llegar a freír; si tenéis un termómetro es fácil, unos 80º es lo ideal, si no hay que vigilar y apagar si sube demasiado y volver a encender cuando enfría un poco. Puede ser un poco laborioso, el estar pendiente, pero el resultado merece la pena.

Dependiendo del grosor necesitaran más o menos tiempo, los míos estuvieron 40 minutos.

Cuando al pincharlos notemos que están blandos apartamos y dejamos enfriar.

Se pueden servir así mismo, templados y con unas piedras de sal gorda o acompañados de una salsa de anchoas.

Salsa de anchoas: ponemos ½ diente de ajo en el mortero con las anchoas y dos cucharadas del aceite del confitado y machacamos hasta conseguir una pasta; aligeramos con dos o tres cucharadas de vinagre.

¡Y listo, a disfrutar!

*El aceite se cuela y se puede reutilizar sin problema.

Hace algún tiempo que no participo en el reto “Color y sabor de temporada” pero este mes he conseguido llegar a tiempo. Aquí está mi aportación.


jueves, 20 de agosto de 2020

Croquetas de zanahorias asadas.

 

¿Hay alguien a quien no le gusten las croquetas? Yo no conozco a nadie. Estas, con zanahorias asadas y curry tienen un sorprendente color y un sabor muy delicado.


Necesitamos:

Zanahorias, 3 ó 4 dependiendo del tamaño.

Bechamel.

½ cucharilla de curry.

Sal y pimienta.

Para rebozar: huevo y pan rallado.

Aceite de oliva.

Empezamos pelando las zanahorias y asándolas. Las ponemos en un larguero con un poco de aceite, sal y pimienta. 

Yo puse también unos dientes de ajo enteros y una cebolla para aprovechar y hacer una guarnición para otro plato.


Cuando las zanahorias están blandas las trituramos, con el pasapuré o con la batidora.

Preparamos una bechamel de croquetas como tengáis por costumbre.

Cuando pongáis la sal añadís también el curry.

Agregáis el puré de zanahoria a la bechamel y cocemos todo junto intentando dejarla algo más espesa de lo normal.

Dejamos enfriar.


Hacemos las croquetas y las rebozamos en huevo y pan rallado.

Freímos y servimos calientes.


¡Y listo, a disfrutar!

lunes, 17 de agosto de 2020

Garbanzos, con bonito fresco.

 


Necesitamos para dos:

150 gramos de garbanzos.

200 gramos de bonito fresco, sin piel ni espina central.

1 cebolla mediana.

½ pimiento verde.

2 tomates maduros o un bote de tomate pelado.

2 zanahorias.

Aceite de oliva virgen.

½ cucharilla de pimentón dulce.

½ cucharilla de cúrcuma (opcional).

Harina de garbanzos, la necesaria para rebozar el bonito.

1 hoja de laurel y perejil.


Empezamos poniendo los garbanzos a remojo en agua templada la noche anterior a cocinarlos.

Los escurrimos y los cocemos en agua hirviendo con las zanahorias peladas y enteras, la hoja de laurel y sal.

Mientras se cuecen los garbanzos vamos preparando el bonito y la salsa.

Quitamos la piel al bonito y lo hacemos tacos. Salamos, pasamos por harina de garbanzos (puede ser de trigo) y lo sellamos en una sartén con dos o tres cucharadas de aceite de oliva.

Lo reservamos caliente.

En la misma sartén, sin limpiar vamos sofriendo la cebolla y el pimiento picados menudos. Ponemos el pimentón y la cúrcuma y freímos. Cuando empiezan a ablandar ponemos los tomates rallados, o los de lata; salamos y dejamos que se cocine bien. Podemos agregar las zanahorias que usamos para cocer los garbanzos picadas.

Necesitamos una salsa espesa.

Escurrimos los garbanzos, guardando algo del líquido de cocción y los agregamos a la salsa. Ponemos el caldo de cocer los garbanzos, la cantidad que os guste dependiendo de lo caldosos o secos que os gusten.

Dejamos cocer despacio unos 15/20 minutos para que cojan bien todos los sabores.

Añadimos el bonito, que ya está frito y por tanto cocinado y lo dejamos todo junto 3 ó 4 minutos, solo para que se caliente todo bien. No conviene hacer demasiado el bonito para que no se seque.

Servimos en una legumbrera y ponemos perejil picado.


¡Y listo, a disfrutar!

viernes, 14 de agosto de 2020

…para Yago.

 

Para mi nieto. Un postre sano y delicioso. Con arándanos, que le encantan.



Necesitamos por persona:

1 yogur natural.

60 gramos de arándanos.

10 gramos de azúcar.

Empezamos poniendo el yogur en un colador para que pierda el suero y quede más espeso.

En un cazo ponemos los arándanos con el azúcar al fuego y lo cocemos dos o tres minutos, lo suficiente para que se deshaga el azúcar y la fruta suelte algo de jugo. Apagamos y dejamos templar.

Mezclamos el yogur con la fruta.

Dejamos en la nevera para que esté bien frío al servirlo. Incluso se puede meter en el congelador para que quede más tipo helado.


¡Y listo, a disfrutar!

jueves, 13 de agosto de 2020

Hojaldre con calabacín y tomates secos.

 



Necesitamos:

Una plancha de hojaldre refrigerado.

1 calabacín mediano.

1 cebolla mediana.

2 ó 3 dientes de ajo.

½ pimiento verde.

2 huevos.

Tomates secos en aceite.

Aceite de oliva virgen.

Sal y pimienta negra.


Empezamos preparando las verduras:

Pelamos y picamos los ajos y la cebolla.

Lavamos el pimiento y lo picamos.

Lavamos el calabacín, quitamos los extremos y toda o parte de la piel, a vuestro gusto. Yo suelo quitar, con el pelador algunas tiras para que no quede tan verde. Lo picamos menudo.

En una sartén amplia ponemos dos cucharadas de aceite y empezamos a freír; primero los ajos, añadimos la cebolla y cuando ablande un poco el pimiento. Después el calabacín.

Ponemos sal y dejamos que se ablande todo a fuego algo fuerte, no demasiado, para que se cocine y pierda bastante agua.

Dejamos que se temple.

Batimos los huevos, ponemos pizca de sal y pimienta. Mezclamos con las verduras.

Calentamos el horno a 210º.

Sacamos el hojaldre de la nevera y lo dejamos 3 ó 4 minutos para que coja temperatura.

Forramos con él un molde, el fondo y las paredes.

Rellenamos con el sofrito y ponemos por encima los tomates partidos al medio; horneamos  hasta que esté cuajado, unos 25/30  minutos, depende del tamaño del molde si la mezcla queda más baja o más alta tardará más o menos.

Si veis que el hojaldre se dora demasiado cubrirlo con un papel de aluminio.

Sacamos y dejamos templar. Se puede comer templado o frío, de las dos formas está rico.


¡Y listo, a disfrutar!


jueves, 6 de agosto de 2020

Chutney de calabacín.


El chutney es un acompañamiento, una guarnición agridulce procedente de la cocina india y también, por tanto, muy presente en la cocina británica.

Tiene una mezcla de sabores muy potente debido a la gran variedad de ingredientes, de especias que se le puede poner.

Me parece perfecto para acompañar platos de sabor suave, por ejemplo una pechuga de pollo y un pescado a la plancha.

Para mi versión necesitamos:

1 calabacín mediano.

1 cebolla mediana.

1 puñado de uvas pasas sin pepita.

¼ de cucharilla de curry.

1 centímetro de jengibre rallado.

½ vaso de vinagre de vino.

2 ò 3 cucharadas de vinagre de Módena.

1 cucharada de azúcar moreno.

Aceite de oliva virgen extra.

Empezamos pelando y picando la cebolla. En una cacerola ponemos una cucharada de aceite con la cebolla y las uvas pasas y lo dejamos que se sofría unos cinco minutos, dándole vuelta de vez en cuando.

Ponemos el azúcar moreno y dejamos que se disuelva.

Lavamos el calabacín, lo secamos y partimos en trocitos como de 2 centímetros. Lo añadimos a la cacerola. Agregamos el curry, el jengibre, los vinagres y sal. Tapamos de dejamos cocer despacio unos 20/25 minutos.

Damos vuelta de vez en cuando hasta que veamos que está espeso y un poco caramelizado pero no deshecho.

Se puede tomar templado o frío y en la nevera se conserva varios días sin problema.


¡Y listo, a disfrutar!


lunes, 3 de agosto de 2020

Yogur con Asturcilla.


Yogur/Asturcilla: una mezcla perfecta. La cremosidad del yogur con el sabor a avellana de la Asturcilla.


Necesitamos:

Si hacemos el yogur en casa necesitamos 800 ml de leche entera, un yogur industrial y 200 ml de nata.

O podemos usar yogur natural sin azúcar, puede ser tipo griego, industrial.

Asturcilla, al gusto.

Hojas de gelatina, 1 hoja para cada dos yogures.

Tres o cuatro cucharadas de leche.

Empezamos haciendo el yogur a noche anterior. Es muy, muy sencillo: mezclamos la leche, la nata y el yogur; rellenamos los vasitos de la yogurtera y…a la mañana siguiente, necesita unas 8 horas, están listos.

Si usáis yogures comprados os saltáis este paso aunque si los consumís regularmente yo os aconsejo comprar una yogurtera, no son caras y os compensará.

Hidratamos las hojas de gelatina en agua fría.

Templamos en una taza la leche y disolvemos la gelatina. La colamos para asegurarnos que está bien disuelta.

Mezclamos el yogur, la Asturcilla y leche con gelatina. Rellenamos los tarros. Dejamos unas horas para que cuaje, en la nevera, con dos será suficiente.

La cantidad de Asturcilla depende del gusto de cada uno así que “la cocinera” tendrá el privilegio de ir probando, jajaja.


¡Y listo, a disfrutar!